Las personas con anticuerpos contra el virus del Zika son más vulnerables a sufrir una infección más grave por ciertos tipos de dengue, lo que además podría complicar la búsqueda de una vacuna contra la primera enfermedad, señala un estudio que publica hoy, jueves, Science.
La investigación, realizada en Nicaragua y que se basó en datos de niños que vivieron una epidemia de Zika en 2016 y otra de dengue en 2019, es la primera que estudia los efectos de la inmunidad al Zika en la enfermedad del dengue.
El estudio establece que una infección previa por Zika "aumenta significativamente el riesgo de que se presenten formas sintomáticas y más graves de la enfermedad del dengue", explicó una de las autoras de la investigación Leah Katzelnick de la Universidad de California Berkeley.
Esta interacción podría dificultar a los investigadores el diseño de una vacuna segura y eficaz que proteja contra el Zika sin aumentar también el riesgo de dengue, señala un comunicado de la universidad.
La enfermedad del dengue está causada por cuatro tipos de flavivirus estrechamente relacionados, cada uno de los cuales puede atacar con un conjunto de síntomas y una gravedad ligeramente diferentes. Padecer uno de ellos puede aumentar la probabilidad de que una persona desarrolle una segunda enfermedad más grave cuando se infecta con un tipo distinto de virus del dengue.
Sin embargo, cuando una persona se ha infectado con dos tipos de virus del dengue, suele obtener cierto grado de protección inmunológica contra la futura gravedad de la enfermedad.
El equipo sigue desde hace años a un grupo de varios miles de niños que viven en Managua para rastrear cualquier signo de enfermedad del dengue, chikungunya y el zika, y cada año toman muestras de sangre para analizar virus y anticuerpos.
El equipo llegó el año pasado a Managua al comienzo de una epidemia del virus del dengue tipo 2, uno de los más graves y el primer brote importante desde la desde la epidemia de Zika en 2016.
En aquel momento reunió datos del grupo de niños a los que seguían y de otro de menores tratados en un hospital pediátrico cercano y observaron que tener una infección previa de Zika hacía más probable que una persona tuviera una infección de dengue sintomática.
A medida que los casos aumentaban, descubrieron que una infección previa por Zika también podía aumentar la gravedad de la enfermedad del dengue.
El equipo recurrió al banco de muestras de sangre que se remonta a 2004 para investigar otros patrones de enfermedades y descubrió que las personas que tenían una infección de dengue, seguida de una de Zika, seguían teniendo un alto riesgo de desarrollar una segunda infección de dengue más grave.
Ante un virus, el cuerpo activa diversos tipos de defensa y, en el caso del Zika y el dengue, uno de ellos hace que los anticuerpos puedan recubrir el virus neutralizándolo.
Sin embargo, cuando un anticuerpo diseñado para adherirse a un virus como el Zika trata de hacerlo con otro ligeramente diferente, no logra neutralizarlo, por eso cuando una célula inmune intenta descomponer el virus del dengue, puede terminar siendo infectada.
Fuente: EFE