Un equipo científico del Centro de Regulación Genómica (CRG) español identificó varias proteínas implicadas en la progresión del melanoma, la forma más letal de cáncer de piel.
Según informó el CRG en un comunicado, una de las proteínas, PDIA6, es particularmente importante, y experimentos con ratones mostraron que células de melanoma con niveles reducidos de esta proteína tenían una menor capacidad para metastatizar al pulmón.
El equipo científico descubrió que PDIA6 promueve malignidad en melanoma uniéndose a moléculas de ácido ribonucleico (ARN) dentro de la célula tumoral.
En el estudio, publicado en la revista Nucleic Acids Research, también se identifica la región en la superficie de PDIA6 que se une a las moléculas de ARN.
Esta información puede ayudar a diseñar nuevos compuestos terapéuticos que prevengan la propagación del melanoma desde la piel a otras partes del cuerpo.
“PDIA6 se ha relacionado previamente con la progresión del linfoma, del cáncer de mama y de pulmón. Si futuros estudios confirman que PDIA6 también se une a ARN en estos otros tipos de cáncer, los resultados podrían llevar a una estrategia terapéutica común en diferentes tumores”, subraya el CRG.
Fátima Gebauer, investigadora del CRG y autora principal del estudio, señaló que “las proteínas de unión al ARN son de gran interés terapéutico; la técnica empleada en este estudio permite medir su actividad a una escala global, algo que no es posible con métodos convencionales”.
“Cuando esta técnica se usa para comparar células tumorales y no tumorales, el método nos ayuda a identificar qué proteínas podrían desempeñar un papel importante en la progresión del cáncer, y la realización de experimentos adicionales nos dice cómo funcionan. Utilizamos esa estrategia para descubrir nuevas vulnerabilidades en melanoma, y esperamos que esto pueda repetirse para encontrar nuevas dianas terapéuticas también en otros tipos de cáncer”, añadió.
De los cientos de proteínas de unión al ARN identificadas por la técnica, 24 fueron seleccionadas para llevar a cabo un análisis más detallado utilizando diversos criterios, entre ellos que su actividad de unión al ARN no fuera conocida o que no estuvieran previamente relacionadas con la progresión del cáncer.
PDIA6 fue escogida para caracterizar su función en profundidad, incluidos los experimentos de trasplante en modelos de ratones. Futuros estudios podrían dirigirse a analizar la relevancia de las 23 proteínas restantes.
“Solo estamos viendo la punta del iceberg del potencial de las proteínas de unión al ARN como dianas terapéuticas. La identificación de actividades de unión al ARN a través de métodos funcionales, seguido de un análisis molecular detallado de sus capacidades, ayudará al diseño de inhibidores que pueden mejorar la terapia personalizada en cáncer”, recalca Gebauer.
El trabajo se realizó en colaboración con la Universidad de Halle en Alemania y la Universidad de Oxford en el Reino Unido.
EFE