A un mes de la puesta en funcionamiento formal del IMAE (Instituto de Medicina Altamente Especializada) cardiológico del Hospital de Tacuarembó —perteneciente a ASSE—, que es una extensión del que se encuentra en el Hospital de Clínicas, el director del centro de salud, Ciro Ferreira, dijo que los resultados “han sido ampliamente satisfactorios” y que las expectativas que tenían se han visto superadas, en cuanto a “la posibilidad de salvar vidas”.
El centro especializado ha realizado, en un mes, 58 procedimientos de angiografía coronaria gracias a la sala híbrida que permite procedimiento quirúrgicos y de estudio, gracias al angiógrafo de última generación, con transmisión satelital de imágenes en tiempo real.
El promedio de pacientes atendidos hoy en día es similar al del Hospital de Clínicas.
“Los indicadores en cuanto a la morbimortalidad son similares a los mejores centros de referencia del país”, afirmó.
Dijo, además, que el centro, junto al IMAE encefálico que tiene el hospital para el tratamiento de accidentes cardiovasculares (ACV) son una referencia para todo el norte e incluso el sur del país.
Rafael Mila, grado 3 de Cardiología en la Facultad de Medicina, quien trabaja en el IMAE de Tacuarembó, felicitó el pasado sábado a la dirección del hospital y a ASSE por ser un “centro de referencia de excelencia”.
“La extensión del IMAE, centro cardiovascular universitario del Hospital de Clínicas, está haciendo maravillas por la salud cardiovascular en el norte del país. Tecnología de punta, vocación por la salud pública y universidad. Una combinación ideal al servicio de la sociedad”, expresó el médico.
Tecnología de punta, vocación por la salud pública y universidad. Una combinación ideal al servicio de la sociedad.
— Rafael Mila (@r1000a) December 30, 2022
Ferreira, por otra parte, apuntó que el centro especializado, ubicado en el cruce de la ruta 5 y la 26 —que conectan los departamentos norteños—, tiene como ventaja que abarca un área de influencia de 450.000 habitantes —al estar disponible y recibir pacientes de toda la región norte del país— que ya no tienen la necesidad de ir hasta Montevideo. Los pacientes atendidos provienen tanto de la atención en el sector público como en el privado.
Sostuvo que los familiares que acompañan tienen donde quedarse en Tacuarembó, ya que hay tres lugares de hospedaje: la casa de hospitalidad, la casa de refugio y la Casa Ronald McDonald.
En el primer caso, el más antiguo de los hospedajes disponibles, es donde van los familiares de pacientes que van a CTI de adultos del hospital, así como los pacientes cardíacos que van al IMAE.
En la casa de refugio —al igual que la anterior, llevada adelante por la organización de caridad católica San Vicente de Paul— se reciben más que nada a pacientes oncológicos —y sus familiares— que se realizan radioterapia en el Hospital de Tacuarembó. Un sector de esta casa lleva el nombre de alojamiento Pablo Estramín, en homenaje al fallecido músico, dado que mientras se recuperaba de una invervención realizada en el hospital, cantó allí “ya no es morir en la capital”, una versión distinta de uno de sus temas más conocidos.
Por otro lado, la Casa Ronald McDonald aloja a embarazadas y familiares que se atienden en el centro tacuaremboense.
“El 80% de los pacientes que son tratados en el tercer nivel de complejidad —CTI— del Hospital de Tacuarembó, son pacientes que no son de aquí, son de otros hospitales de la región norte”, expresó Ferreira.