"Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas". Tal era la opinión del célebre intelectual italiano Umberto Eco, según sus manifestaciones en una entrevista al periódico La Stampa.
Cualquiera que se mueva en dichas redes se topará con una característica que las ha acompañado desde su surgimiento: personas que aprovechan la maravillosa posibilidad de expresarse en tiempo real y para un auditorio potencialmente infinito, y que no hacen más que disparar odio en todas direcciones.
En las últimas horas, la diseñadora y humorista argentina Lía Copello tuvo la triste ocasión de comprobar en carne propia la magnitud que puede alcanzar la violencia verbal y gratuita en las redes.
Copello es creadora de "La Cope", un personaje que protagoniza sencillas tiras de humor en clave femenina, y que cuenta con cientos de miles de seguidores. Uno de sus últimos chistes, denominado "Birra en la vereda" (así como la recurrencia a la "birra" presente en otras de sus obras" desataron una catarata de agravios.
No es la primera vez (ni lamentablemente la única) que los usuarios agresivos se potencian en las redes, conformando un linchamiento virtual, pero no deja de llamar la atención la virulencia de algunas de las expresiones, especialmente si se tiene en cuenta que el objeto de tales agresiones es una persona que hace humor lejos de los temas "calientes" como la política o el fútbol.
"Los insultos que le escribiste a un dibujo mío en paint y tus mensajes hostigadores, machistas, racistas y homofóbicos, no me causaron gracia. Me hicieron llorar. Lloré un rato porque me hiciste sentir que vos sos ‘la gente'. Y si toda la gente es como vos, estamos muertos y enterrados. Me hiciste sentir miedo de salir a la calle. De mirar mi celular", escribió Copello en Facebook.
Como forma de hacer visible la agresión y conjurar su efecto, recopiló varios de los comentaros agraviantes y los recopiló en un álbum, donde cada insulto aparece pronunciado por un trozo de excremento.
La publicación fue el lugar elegido por los fans de la humorista para manifestarle su apoyo, demostrándole que quienes agreden no son "la gente" por mucho que griten.
El martes, Copello dio de baja su página "La Cope" en Facebook.