En el Hospital de Tacuarembó se implantó un neuroestimulador espinal por primera vez en el interior del país y en un hospital público uruguayo.

Esta técnica se utiliza sobre todo en pacientes que han quedado con dolores crónicos, invalidantes y refractarios a todo tipo de tratamientos. Afectan fundamentalmente su relacionamiento laboral y familiar y, por ende, su calidad de vida. Habitualmente han recibido múltiples intervenciones quirúrgicas, sobre todo de columna lumbar, sin resultados satisfactorios, persistiendo con dolores crónicos en las piernas.

En esta oportunidad, un hombre de 45 años fue intervenido en una sala híbrida del block quirúrgico de este hospital de ASSE. El paciente tenía dolor persistente y permanente de columna vertebral y hace 17 años comenzó con una lumbalgia que se volvió crónica.

Foto: Hospital de Tacuarembó

Foto: Hospital de Tacuarembó

Recibió un sinnúmero de intervenciones quirúrgicas, tratamientos farmacológicos y terapias de alternativa, sin mejora significativa; persistió con lo que hoy se conoce como “síndrome de cirugía fallida de columna lumbar” o “síndrome post laminectomía”.

El neuroestimulador implantado es un dispositivo electrónico de alta tecnología que se coloca mediante un electrodo a la médula espinal y se conecta por cable subcutáneo a una batería recargable “inteligente”.

La batería programada envía hasta cuatro tipos de señales eléctricas al sistema nervioso para interactuar con las neuronas y otras células que tienen un funcionamiento alterado en estos pacientes.

El dispositivo envía señales a la médula que bloquean la transmisión del dolor desde las piernas y la zona lumbar hacia el cerebro, disminuyéndolo significativamente o haciéndolo desaparecer, con todos los beneficios que ello implica en la mejora de su calidad de vida.

Al cabo de 24, 48 horasm el paciente tuvo una gran mejoría, con desaparición casi completa del dolor que le permitió por primera vez en años dormir toda la noche, levantarse y caminar sin apoyo de ningún tipo.

Foto: Hospital de Tacuarembó

Foto: Hospital de Tacuarembó

Esta patología, que afecta en su mayoría a personas en plena actividad laboral, tiene un gran impacto en los servicios de salud, además del costo económico para la seguridad social de los países. A nivel mundial, son millones las personas que lo padecen y se estima que este número irá in crescendo.

La intervención de neurocirugía funcional fue realizada por Federico Salle, neurocirujano del Cerenet, y su equipo. Se especializó en París (Francia) en este tipo de técnicas quirúrgicas de avanzada y hasta hace poco tiempo fue presidente de la Sociedad Uruguaya de Neurocirugía.

“Este tratamiento de gran complejidad es posible realizarlo gracias a la infraestructura con la que cuenta este centro hospitalario, con salas de operaciones con equipamiento de última generación y un grupo de anestesiólogos, técnicos, instrumentistas, enfermeras con alta experticia y compromiso, que nos hace sentir orgullosos de pertenecer al mismo”, dijo Salle.