Un equipo de científicos estadounidense ha descubierto una
sola mutación que podría facilitar la infección del virus de la gripe aviar y
su posible transmisión a los humanos, un hallazgo que demuestra la importancia
de mantener una vigilancia proactiva de la evolución del H5N1 y cepas
similares.
Los detalles del estudio, liderado por investigadores del Scripps Research
Institute de San Diego, California, se han publicado este jueves en Science.
Para adherirse a su huésped, el virus de la gripe usa una proteína
(hemaglutinina) que se une a unos receptores que hay en la superficie de las
células del huésped y que se denominan receptores de glicanos.
Los virus de la gripe aviar como el H5N1 infectan principalmente a huéspedes
con receptores de glicanos que contienen ácido siálico y que se encuentran en
las aves y, aunque los virus rara vez se adaptan a los humanos, si evolucionan
para reconocer este tipo de receptores en las personas, podrían adquirir la
capacidad de infectar y posiblemente transmitirse entre humanos.
No obstante, "las mutaciones del receptor por sí solas no garantizan que
el virus se transmita entre humanos", subraya Ian Wilson, coautor
principal y Profesor Hansen de Biología Estructural en Scripps Research.
Hasta ahora, en las ocasiones en las que los virus aviares han logrado infectar
y transmitirse entre personas, lo han hecho adaptándose para unirse con los
receptores con múltiples mutaciones (al menos tres).
Pero en el caso de la cepa H5N1 2.3.4.4b (A/Texas/37/2024) aislada de la
primera infección humana por un virus H5N1 bovino en Estados Unidos, los
investigadores descubrieron que una sola mutación en la hemaglutinina podía
facilitar la unión a receptores de tipo humano.
En este caso, en el que unas vacas lecheras fueron la fuente inmediata del
virus para la infección humana, la mutación no se introdujo en todo el virus,
sino sólo en la proteína hemaglutinina.
Para estudiar cómo sucedió esta mutación, el equipo introdujo varias mutaciones
en la proteína hemaglutinina 2.3.4.4b del H5N1. Estas mutaciones se
seleccionaron para imitar los cambios genéticos que podrían producirse de forma
natural.
Al evaluar el impacto de una de estas mutaciones, Q226L, en la capacidad del
virus para unirse a receptores de tipo humano, descubrieron que esa mutación
mejoraba significativamente la forma en que el virus se unía a los receptores
de glicanos, que representan los que se encuentran en las células humanas.
"Los hallazgos demuestran la facilidad con la que este virus podría
evolucionar para reconocer receptores de tipo humano", afirma el primer
autor, Ting-Hui Lin, investigador postdoctoral asociado de Scripps Research.
El equipo quiso comprender cómo podrían surgir mutaciones naturales, como
Q226L, y cuál podría ser su impacto.
Para investigar las posibles mutaciones que podrían permitir a la hemaglutinina
2.3.4.4b del H5N1 unirse a los receptores humanos, el equipo utilizó ensayos
con el laboratorio del coautor principal James Paulson, catedrático del Scripps
Research.
Esos ensayos, que imitaban la forma en que un virus se adhiere a una célula,
que permitieron a los investigadores rastrear con precisión cómo la
hemaglutinina H5N1 alterada interactuaba con los receptores de tipo humano.
"Nuestros experimentos revelaron que la mutación Q226L podía aumentar
significativamente la capacidad del virus para dirigirse y adherirse a los
receptores de tipo humano. Esta mutación da al virus un punto de apoyo en las
células humanas que antes no tenía, por lo que este hallazgo es una señal de
alarma para una posible adaptación a las personas", explica Paulson.
Sin embargo, el cambio por sí solo puede no bastar para permitir la transmisión
entre humanos. Probablemente serían necesarios otros cambios genéticos para que
el virus se propagara eficazmente entre las personas, subrayan los autores.
Pero dado el creciente número de casos humanos de H5N1 derivados del contacto
directo con animales infectados, los resultados ponen de relieve la necesidad de
una vigilancia proactiva de la evolución del H5N1 y cepas similares de gripe
aviar.
"Este tipo de investigación nos ayuda a entender qué mutaciones hay que
vigilar y cómo responder adecuadamente, concluye Wilson.
EFE