La División Evaluación Sanitaria emitió este lunes un comunicado donde reitera que el consumo de dióxido de cloro es sumamente peligroso para la salud, y que no está indicado para el tratamiento de COVID-19.
Esta División ya se expidió al respecto en abril del corriente año, detalla el comunicado, detallando que a pedido de parte interesada se realizó una nueva revisión de la evidencia científica disponible hasta la fecha de hoy.
Se realizó una actualización de la búsqueda de publicaciones científicas e informes en las principales bases de datos bibliográficas: Pubmed, Cochrane, CRD Database y Epistemonikos. Asimismo, se realizó una búsqueda en las principales Agencias de Evaluación de Tecnologías internacionales: NICE (Reino Unido), IECS (Argentina), CADTH (Canadá), INESSS (Quebec) y AEMPS (España).
"A la fecha de hoy no existe evidencia científica de que los productos de dióxido de cloro sean seguros ni eficaces para el tratamiento de enfermedades, incluyendo COVID-19·", concluye el comunicado.
Por otro lado, existen múltiples reportes de efectos nocivos muy graves como consecuencia de su consumo:
* Insuficiencia respiratoria
* Arritmias cardíacas
* Baja presión arterial mortal causada por deshidrataciónI
* Insuficiencia hepática aguda
* Conteo bajo de células sanguíneas
* Vómitos severos
* Diarrea severa
"Por estos motivos el Ministerio de Salud Pública recomienda fuertemente la no utilización de estos productos con fines médicos", concluye.
Días atrás, la Organización Panamericana de la Salud se pronuncio en el mismo sentido.
"La OPS clara y enfáticamente desaconseja el uso de dióxido de cloro y de sus derivados para ser injerido o inhalado o para cualquier otro uso en humanos, estos productos se usan para desinfectar superficies inanimadas no para seres humanos", aseguró Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Organización.
Espinal explicó que no existe ningún ensayo clínico o resultado fehaciente de calidad que sugiera que estos productos sean efectivos o eficaces contra el COVID-19.
"Al contrario, es muy tóxico, es un gas amarillento que reacciona químicamente muy fuerte, puede producir la muerte, puede producir diarreas, neumonía y otra serie de eventos. Es imperativo que cuando la gente escuche que estos productos se ofertan, contacte a su ministerio de salud", pidió el experto.