Según explicó la SGU, los datos observacionales demuestran que, aunque las probabilidades de contraer la enfermedad son bajas, las mujeres embarazadas con COVID-19 tienen un mayor riesgo de enfermarse gravemente, lo que incluye cuadros severos que podrían requerir ingreso a cuidados intensivos, asistencia respiratoria mecánica y hasta la muerte, explicaron los médicos.
A su vez, aquellas embarazadas que contraen la enfermedad tienen más riesgo de presentar parto prematuro o cesárea.
"Dada la evidencia acumulada a la fecha, no existen razones para considerar que los potenciales riesgos de las vacunas contra COVID-19 utilizadas durante el embarazo puedan ser superiores a los efectos graves provocados por la infección por el COVID-19 en las embarazadas", explicó la SGU en un comunicado. A su vez, recientes estudios comprobaron que las embarazadas vacunadas transmiten los anticuerpos al bebé, por lo que el niño nace protegido contra el Covid 19.
La Sociedad recomienda a sus asociados ofrecer toda la información disponible en relación a estudios en embarazadas -que actualmente son limitados-, así como los potenciales eventos adversos asociados a la infección por COVID-19 que se agravan durante el embarazo. "La usuaria, en última instancia, tendrá la decisión final, la cual debe ser realizada con la mejor información disponible", sostienen desde la SGU.
En cuanto a la vacunación en población de mujeres que amamantan, la misma se considera eficaz y segura, por lo cual no se recomienda suspender ni retrasar el inicio de la lactancia al ser administrada la vacuna contra el COVID-19.
La Sociedad Ginecotocológica recomienda que aquellas mujeres que presentan comorbilidades médicas como enfermedad renal crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, patología cardiovascular, obesidad, fumadoras y diabetes mellitus tipo I, se vacunen. También exhortan a que lo hagan aquellas embarazadas que por su trabajo u otros motivos, estén expuestas al Covid a nivel comunitario.
"Aquellas embarazadas que cumplan en forma estricta el aislamiento con baja probabilidad de exposición a la transmisión comunitaria (considerando los contactos familiares) podrán optar por no vacunarse", dice el comunicado de la Sociedad.
Y expresan que la "vacunación inadvertida en una mujer embarazada no debe generar ansiedad ni condicionamientos médicos dado que la evidencia existente -por la tecnología utilizada o la evidencia en vacunas similares - no ha demostrado ningún efecto adverso".
En cuanto a las embarazadas que experimenten "el raro evento de fiebre" luego de recibir la vacuna, "deben ser asesoradas para recibir paracetamol ya que ha demostrado ser seguro para su uso durante el embarazo y no hay evidencia que impacte en la respuesta inmune en las vacunas contra el COVID-19", dicen los expertos médicos.
En tanto, no es necesario realizar pruebas de rutina para descartar el embarazo antes de vacunarse contra el COVID-19 y aquellas mujeres que están tratando de quedar embarazadas no tienen razón alguna para evitar el embarazo luego de recibir una vacuna contra el COVID-19. Tampoco deben posponer la vacunación las mujeres que se encuentren en tratamiento por fertilidad.
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