Una nueva investigación sugiere que cambiar de fumar a vapear no evitará algunos cambios peligrosos en el genoma de una persona.
Un estudio realizado en adultos jóvenes muestra cambios genéticos similares con el cáncer tanto en vapeadores como en fumadores.
“Estos hallazgos tienen implicaciones significativas para la salud pública y la regulación del tabaco que apuntan a mantener los productos de vapeo alejados de los jóvenes, que son una población particularmente vulnerable”, señaló la autora principal del estudio, Stella Tommasi. Es profesora asociada de investigación en población y ciencias de la salud pública en la Universidad del Sur de California (USC), en Los Ángeles.
El problema es un proceso llamado “metilación” del ADN, esencialmente un interruptor de encendido/apagado para los genes que le dice al ADN si debe funcionar.
El nuevo estudio observó la genética de 30 adultos jóvenes con una edad promedio de 23,5 años. Algunos eran usuarios exclusivos de cigarrillos electrónicos, vapeando al menos tres veces por semana durante al menos seis meses; algunos eran fumadores exclusivos, fumaban al menos tres veces por semana durante al menos un año; y algunos ni vapeaban ni fumaban.
El grupo de Tommasi utilizó una técnica de secuenciación de genes de alta tecnología para observar los genomas de las células tomadas de cada participante en hisopos de mejillas.
Encontraron 831 “regiones diferencialmente metiladas” (DMR) en los genomas de los vapeadores y 2.863 en los fumadores. Las DMR son áreas genéticas que pueden estar más o menos metiladas (activadas/desactivadas) en una persona frente a otra.
En general, hubo una superposición del 46% entre los fumadores y los vapeadores en términos de los grupos de DMR, apuntaron los investigadores.
“Estas regiones metiladas estaban en sitios genéticos conocidos por regular importantes vías de señalización biológica que impulsan el desarrollo de la enfermedad”, según un comunicado de prensa de la USC, recogido por HealthDay News.
Lo más importante es que tanto los fumadores como los vapeadores mostraron una DMR vinculada a una región clave dentro de HIC1, un gen supresor de tumores. Los cambios en HIC1 se han relacionado durante mucho tiempo con el cáncer de pulmón, lo que sugiere que los mismos procesos pueden estar sucediendo en los adultos jóvenes que vapean.
“Nuestros hallazgos indican que los cambios en la metilación del ADN observados en los vapeadores pueden contribuir al desarrollo de enfermedades, incluido el cáncer”, dijo Tommasi. “Los cigarrillos electrónicos no son tan seguros como algunas personas afirman que son, incluso si el nivel de la mayoría de los tóxicos y carcinógenos presentes en el e-líquido y el vapor es generalmente mucho más bajo que el que se encuentra en el humo del cigarrillo”.
El hallazgo de HIC1 podría impulsar los esfuerzos de investigación, añadió.
“Este es un descubrimiento emocionante porque la metilación de este gen nunca antes se había identificado en los vapeadores”, anotó.
Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista American Journal of Respiratory Cell and Molecular Biology.