El ministro
francés de Sanidad, François Braun, advirtió este domingo que no le temblará la mano si tiene que volver
a imponer el uso de la mascarilla por el repunte de casos de covid-19, pero
aseguró que prefiere no recurrir a la coerción y pidió a sus compatriotas
vacunarse.
“Si continúan aumentando los contagios, mi mano no temblará si hay que decidir
la obligación de la mascarilla”, dijo en una entrevista en el canal televisivo
BFM.
Las decisiones del Gobierno, en cualquier caso, dependerán de la evolución de
la situación en Francia, que afronta la amenaza de una triple epidemia grave de
gripe, bronquiolitis (que afecta sobre todo a los menores de 2 años) y una
nueva ola de covid-19.
Braun especificó que no es “favorable” a las imposiciones y que confía en que
los franceses pongan voluntariamente las medidas necesarias para proteger a los
más vulnerables y la capacidad del sistema sanitario.
“Lanzo un llamamiento solemne a la vacunación”, manifestó también, en
referencia a la campaña para la cuarta dosis de cara a las próximas fiestas
navideñas.
El ministro consideró “absurdo” saber que si no se incrementa la vacunación
habrá “problemas” y que, aun así, la gente no acuda a ponerse sus dosis de
refuerzo.
También la presidenta del comité nacional de vigilancia y anticipación de
riesgos sanitarios, Brigitte Autran, consideró “desolador” que en Francia se
esté acudiendo menos a vacunarse que otros países, también para la gripe.
“Pedimos reforzar el uso de la mascarilla”, señaló Autran en una entrevista con
Le Journal du Dimanche, tras precisar que, aunque Francia no está aún
oficialmente en una novena ola de contagios de covid-19, la tendencia de
aumento apunta en esa dirección.
EFE