En su libro autobiográfico Pelando la cebolla, el premio Nobel alemán Gunter Grass (1927-2015) recuerda la herida de granada que sufrió durante la Segunda Guerra Mundial, cuando era un joven combatiente.
Una esquirla le quedó dentro de un hombro por el resto de su vida, y el escritor utilizó el encapsulamiento de esa pieza de metralla como una metáfora de sus propios recuerdos.
Grass no fue la única persona que vivió semejante situación. Así lo demuestra el procedimiento médico llevado a cabo esta semana en Italia.
Lina Martelli, de 98 años, de la localida de Gabbiana di Castellucchio, en la provincia de Mantua, en el norte de Italia, fue intervenida de urgencia por un hematoma postraumático y los médicos aprovecharon la operación para extraer dos fragmentos de metralla, con los que convivía desde que resultó herida en un bombardeo en 1944.
La anciana vivía con dos fragmentos metálicos en una pierna que, tras el bombardeo, nunca le lograron quitar, explicó este martes el hospital Carlo Poma de Mantua, donde se produjo la operación.
La anciana resultó herida hace 80 años durante un ataque aéreo que afectó a toda su familia, pues ocurrió cuando estaba con sus padres, abuelos y cuatro hermanos, y todos resultaron heridos, aunque Lina, de 14 años, fue quien sufrió las heridas más graves.
“En el hospital hicieron lo que pudieron. Intentaron quitarme las balas, pero no pudieron. Ahora estoy mejor. En cuanto al resto, Dios verá”, afirmó la anciana.
La mujer había sido operada de urgencia en los últimos días en cirugía vascular en el hospital de Poma de Mantua, y luego ingresó en Nefrología y Diálisis por un hematoma postraumático, pues debido a los fragmentos metálicos una arteriola muscular se había roto.
Por ello, durante la operación se retiraron las piezas metálicas y se procedió a la hemostasia y reconstrucción de los tejidos, añadió el centro médico.
Tras recuperarse, Martelli regresó a Green Park, la residencia para ancianos donde vive y contó su historia.
Con información de EFE