Un grupo de investigadores describió cómo hay células que, cuando reciben nutrientes, oxígeno, bioelectricidad o señales bioquímicas, tienen la capacidad de transformarse en organismos multicelulares con nuevas funciones después de la muerte.

“La aparición de nuevas formas de vida multicelulares a partir de las células de un organismo muerto introduce un ‘tercer estado’ que se encuentra más allá de los límites tradicionales de la vida y la muerte”, detalla un artículo del portal Inverse.

Esta investigación explica un caso de trabajo en el laboratorio con células de la piel extraídas de embriones de ranas muertas. Según el artículo, estas células “eran capaces de adaptarse a las nuevas condiciones de una placa de Petri (recipiente redondo de cristal) en un laboratorio, reorganizándose espontáneamente en organismos multicelulares llamados xenobots”.

Los xenobots son robots biológicos, diseñados con células vivas capaces de adaptarse a medios orgánicos y regenerarse de manera autónoma. “Estos hallazgos demuestran la plasticidad inherente de los sistemas celulares y desafían la idea de que las células y los organismos pueden evolucionar sólo de maneras predeterminadas”, desarrolla el portal.

Por último, el artículo, que fue originalmente publicado en The Conversation, detalla qué implicancias puede tener este tipo de hallazgos para el futuro de la medicina. “El tercer estado no sólo ofrece nuevos conocimientos sobre la adaptabilidad de las células, sino que también ofrece perspectivas para nuevos tratamientos”, explica.

“Una mejor comprensión de cómo algunas células continúan funcionando y se metamorfosean en entidades multicelulares algún tiempo después de la muerte de un organismo es prometedora para el avance de la medicina personalizada y preventiva”, concluye.