Un ensayo clínico llevado a cabo en Brasil cuestiona la
implementación de la telemedicina guiada por un médico en las unidades de
cuidados intensivos (UCI), pues se comprobó que no reduce la duración de la
estancia de los pacientes.
Son las conclusiones de un ensayo clínico en Brasil liderado por el Hospital
Israelita Albert Einstein de São Paulo, en colaboración con el Ministerio de
Salud brasileño (programa PROADI-SUS) y el Instituto español de Salud Global de
Barcelona (ISGlobal).
Los resultados, publicados en la revista JAMA, sugieren que aún queda
por definir cuál es el mejor modelo para la prestación de teleasistencia en la
UCI, ha informado este miércoles el ISGlobal.
El cuidado de pacientes en estado crítico suele requerir de un equipo con
médicos de cuidados intensivos, pero estos especialistas escasean en todo el
mundo, sobre todo fuera de las grandes ciudades.
Una solución propuesta es la telemedicina, en la que los médicos dirigen a
distancia los cuidados en las unidades de cuidados intensivos (tele-UCI).
"A pesar de lo prometedor de la telemedicina y de su creciente uso, ningún
estudio a gran escala había probado si este enfoque puede mejorar realmente los
resultados de los pacientes en las UCI", afirmó el investigador de
ISGlobal Otavio Ranzani.
Para comprobarlo, se llevó a cabo el estudio TELESCOPE, financiado por el
Ministerio de Sanidad brasileño, con la participación de 30 UCI de Brasil.
La mitad de las UCI siguieron sus rutinas asistenciales habituales, mientras
que la otra mitad recibió, además de los cuidados habituales, rondas diarias de
telemedicina, que consistían en reuniones entre el intensivista a distancia y
el equipo local para discutir posibles diagnósticos, planes de tratamiento y
problemas.
El especialista también facilitaba al equipo médico pautas de tratamiento
actualizadas y celebraba sesiones virtuales mensuales para revisar los
indicadores de calidad de la UCI.
Más de 17.000 pacientes en estado crítico participaron en el ensayo, que se
desarrolló entre junio de 2019 y julio de 2021.
Las conclusiones del estudio es que la estancia media en la UCI fue
prácticamente la misma tanto en el grupo de telemedicina como en el de atención
habitual: unos 8 días.
Tampoco hubo diferencias significativas en otros resultados, como las tasas de
infección o la mortalidad intrahospitalaria.
Varias razones pueden explicar por qué la telemedicina no tuvo un mayor
impacto: "Es posible que pasaran por alto cuestiones relacionadas con la
atención multidisciplinar (prestada por enfermeras intensivistas, terapeutas respiratorios/motores
y farmacéuticos clínicos) y la gestión (proceso asistencial, flujo de
pacientes, comunicación, etc.)".
"O que algunas UCI del estudio no dispusieran de recursos o personal
suficientes para beneficiarse plenamente del modelo de telemedicina",
aventuró el coautor del estudio Adriano Pereira, del Hospital Israelita Albert
Einstein.
Si bien la telemedicina no redujo la estancia en las UCI en los casos
estudiados, esto no significa que otros modelos no vayan a poder funcionar en
otros entornos, por lo que el reto es encontrar la mejor forma de aplicar la
tecnología, aclaran los investigadores.
EFE