El síndrome del corazón en vacaciones es un tipo de arritmia relacionada con el consumo excesivo de alcohol en poco tiempo. Un estudio en ratones indica que puede estar relacionado con un pico de una proteína del estrés que hay en el corazón.
Un equipo de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) estudió ese síndrome, y probó en ratones una molécula protectora del corazón para reducir el pico de la proteína del estrés y los ritmos cardíacos irregulares resultantes.
Los resultados del estudio son provisionales, pues aún no han sido revisados, pero se han presentado en las Sesiones Científicas de Ciencias Cardiovasculares Básicas 2024 de la Asociación Americana del Corazón, que se celebran en Chicago.
El síndrome del corazón en vacaciones es una arritmia, de las que la fibrilación auricular (FibA) es la más común, relacionada con el consumo excesivo de alcohol (cinco copas en dos horas para los hombres y cuatro copas en dos horas para las mujeres, dice la investigación) en solo un día o en períodos largos de vacaciones, como el verano.
Este tipo de borracheras pueden llevar al hospital a personas que nunca han padecido cardiopatías porque su corazón está acelerado o late de forma anómala, explicó el primer autor del estudio, Saugat Khanal.
Investigaciones previas en animales descubrieron que las arritmias relacionadas con el consumo excesivo de alcohol están provocadas por elevaciones de una proteína inducida por el estrés llamada JNK2.
Esto puede hacer que las células cardíacas gestionen mal el calcio, por lo que el corazón late demasiado deprisa o de forma irregular.
El nuevo estudio sugiere que la molécula Alda-1, un agente protector cardíaco en fase de investigación, puede prevenir la activación de JNK2 que conduce a la fibrilación auricular.
En el estudio, más del 70% de los ratones a los que se administró alcohol imitando el consumo excesivo desarrollaron fibrilación auricular, frente a ninguno de los que también recibieron Alda-1.
Tanto la actividad de la enzima JNK2 como la gestión del calcio se mantuvieron normales en las células cardíacas de los ratones tratados con Alda-1.
Los hallazgos sugieren que el desarrollo de nuevos fármacos, entre ellos Alda-1 y otros inhibidores específicos de JNK2, puede ser una estrategia anti AFib eficaz para las personas con síndrome del corazón en vacaciones, afirmó Khanal.
El siguiente paso será estudios con animales más grandes para traducir estos hallazgos en aplicaciones clínicas, dijo el investigador.
Un segundo estudio analizó, también en ratones, por qué el alcohol puede afectar negativamente a la función cardíaca de las mujeres que toman terapia de sustitución de estrógenos.
En ratas que carecían de producción de estrógenos para simular la menopausia humana, la exposición al alcohol provocó cambios negativos en la función cardíaca de los animales que recibieron sustitución de estrógenos.
La hormona estrógeno contribuye a mantener los vasos sanguíneos abiertos y flexibles, y, en general, se cree que ayuda a proteger a las mujeres de las enfermedades cardíacas.
En un estudio de ocho semanas, se extirparon a las ratas los ovarios para simular la menopausia, cuando los ovarios prácticamente no producen estrógenos.
Los investigadores compararon las ratas menopáusicas que recibieron una exposición regular al alcohol (suministrado como etanol al 5% en una dieta líquida) con las que recibieron alcohol y sustitución de estrógenos.
El estudio descubrió que las ratas menopáusicas tratadas con reemplazo de estrógenos más alcohol tenían cambios tanto positivos (menor aumento de peso y masa grasa) como negativos (aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca).
El equipo consideró sorprendente ver el impacto significativo que tuvieron los estrógenos en la disfunción cardíaca inducida por el alcohol, a pesar de sus conocidos efectos cardioprotectores.
EFE