La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos autorizó el uso de emergencia de una prueba para diagnosticar en aproximadamente 45 minutos el COVID-19, que se espera esté en el mercado en los próximos días.
La prueba "será capaz de proporcionar a los estadounidenses resultados en cuestión de horas, en lugar de días", destacó el secretario de Salud de EE.UU., Alex Azar, citado en un comunicado de la FDA, en el que anticipa que Cepheid, la compañía que desarrolló el examen, "planea implementarla antes del 30 de marzo".
El test permite el diagnóstico en el punto de atención, lo que reduce considerablemente el tiempo de espera de los resultados, que, según Cepheid, puede ser de "aproximadamente 45 minutos".
"Las pruebas en el punto de atención significan que los resultados se entregan a los pacientes en los entornos de atención, como hospitales, centros de atención urgente y salas de emergencias, en lugar de enviar muestras a un laboratorio", detalló el comisionado de la FDA, Stephen Hahn.
El director médico y de tecnología de Cepheid, David Persing, resaltó la importancia de "una prueba de diagnóstico a pedido para el manejo en tiempo real de los pacientes que están siendo evaluados para la admisión a los centros de salud", según un comunicado difundido por la empresa.
Persing puntualizó que "una prueba precisa" puede ayudar a "aliviar la presión que la aparición del brote de COVID-2019 ha ejercido sobre los centros de salud que necesitan asignar adecuadamente sus recursos de aislamiento respiratorio".
El examen, al igual que otros para la detección de virus respiratorios, requiere la toma de una muestra con hisopo nasofaríngeo.
Estados Unidos, según cálculos de la Universidad Johns Hopkins, contabiliza 26.747 casos confirmados del coronavirus, con 340 fallecidos, 94 de ellos en el estado de Washington y 76 en Nueva York, lo que lo ubica en el cuarto lugar mundial en las estadísticas de contagios, por debajo de China, Italia y España.
Con información de EFE