Estás en una reunión, de trabajo, en un aula abarrotada, en el gimnasio, en una cita romántica, y sientes que va a ocurrir: la flatulencia baja por el tramo final del intestino y -como en el tango- pide rienda para salir.

Sientes la presión y nada te aliviaría más que distenderte y dejarlo salir, pero como no estás sólo y temes un estruendoso bochorno, decides aguantar ¿puede esta retención ser mala para la salud?

Tratar de contenerlo conduce a una acumulación de presión y una gran incomodidad. Una acumulación de gas intestinal puede provocar distensión abdominal, explica un artículo publicado recientemente por la web especializada Comunidad Biológica.

Aguantar demasiado tiempo significa que la acumulación de gases intestinales eventualmente escapará “a través de un pedo incontrolable”, advierten los autores.

¿De dónde viene los gases?

El gas presente en los intestinos puede llegar allí por diferentes vías. El tipo más común, llamado gas endógeno, es un subproducto del proceso de digestión. La comida viaja al intestino grueso, donde las bacterias la fermentan y producen gas.

A veces se producen gases cuando los jugos gástricos del estómago interactúan con los alimentos en el tracto gastrointestinal. Algunos alimentos producen más gases durante el proceso de digestión que otros. Por ejemplo, los porotos son más “culpables” que otras comidas.

Otros alimentos que pueden causar gases son aquellos ricos en fibra, como el brócoli. También los sulfurosos -como la cebolla-  son buenos en ello.

La generación de gases también se atribuye a ciertas conductas,  como el comer al comer demasiado rápido, respirar por la boca, beber refrescos gasificados, fumar o masticar chicle.

En algunos ocasiones, puedes tener gases al estar estresado, estreñido o por una afección médica que afecta el sistema digestivo.

¿De que está hecha una flatulencia?

Los pedos “normales” contienen una mezcla de gases de nitrógeno, hidrógeno, metano y dióxido de carbono.

Dependiendo de los alimentos que ingieres y del tipo de bacterias en tu intestino, pueden contener otros gases, incluido el azufre, que les da ese olor característco a “huevo podrido”.

¿Cuánta flatulencia es normal?

Algunas personas se jactan de no tirarse pedos, pero la verdad es que casi todas las personas sanas lo hacen, y existe una amplia gama de lo que se considera normal y saludable.

Los especialistas en el tema dicen que tanto los hombres como las mujeres normalmente se tiran pedos de ocho a 23 veces al día.

Sin embargo, algunas enfermedades pueden hacer que esta frecuencia sea mayor, por ejemplo, el síndrome del intestino irritable, la intolerancia a la lactosa, la intoxicación alimentaria, la enfermedad celíaca y la enfermedad por reflujo gastroesofágico.

Si sientes que estás liberando más gases de lo normal y tiene otros síntomas, como dolor, diarrea, estreñimiento o fiebre, consulte a su médico para descartar otras causas de los gases.

¿Es malo retener los pedos?

Si bien la investigación sobre el tema es limitada, algunos estudios sugieren que contenerlos podría no ser bueno y que es mucho más saludable simplemente dejarlos salir.

Cuando aguantas un pedo contrayendo los músculos del esfínter anal, la presión aumenta sobre el gas en el sistema digestivo.

A corto plazo, esto puede causar dolor inmediato, incomodidad, estrés, hinchazón, indigestión y acidez estomacal.

Si retienes un pedo el tiempo suficiente, el gas puede incluso ser absorbido por el torrente sanguíneo, pasar a los pulmones y, finalmente, exhalarlo como un eructo.

Algunas investigaciones señalan que esta retención podría influir en la aparición de la diverticulitis, pero los estudios más recientes no pudieron confirmar esa relación.


¿Qué hacer con esos gases?

En conclusión, la próxima vez que sientas que los “vientos interiores” buscan su salida natural, intentes trasladarte a un lugar apropiado para el “lanzamiento”.

“Lo mejor para tu salud digestiva es simplemente dejarlo ir”, reza el citado artículo.

Por lo general, la flatulencia excesiva se puede controlar haciendo cambios en la dieta y estilo de vida, por ejemplo; evitar los alimentos que sabes que causan flatulencia.

También hay algunos medicamentos de venta libre que pueden ayudar si la flatulencia es molesta.

Si su flatulencia está relacionada con un problema de salud subyacente, el tratamiento de la condición puede ayudar a resolverlo.