Desde el surgimiento de la pandemia de COVID-19, varias investigaciones han venido trabajando sobre una posible relación entre la administración generalizada de la vacuna Bacille Calmette-Guérin (BCG) y un perfil epidémico menos grave de la enfermedad.
Un reciente trabajo, publicado en la revista norteamericana Cell, llamado "Activate: Randomized Clinical Trial of BCG Vaccination against Infection in the Elderly" trata de un ensayo de BCG en adultos mayores que se está llevando a cabo y demuestra protección por la vacunación frente a infecciones en general.
El trabajo señala en su parte introductoria que "en modelos de infecciones humanas experimentales, como el virus de la vacuna contra la fiebre amarilla o la malaria experimental humana la vacunación con BCG pudo inducir una protección no específica".
"Estos datos experimentales van acompañados de estudios epidemiológicos en niños y adultos que muestran una protección inespecífica frente a las infecciones y la mortalidad por la vacunación con BCG. La vacuna BCG redujo la incidencia de infección por virus respiratorio sincitial en niños en África", añade el trabajo.
El trabajo es "un ensayo aleatorizado en el que se vacunó a los pacientes ancianos hospitalizados el día del alta hospitalaria con dosis únicas de placebo o BCG".
"Los pacientes estuvieron en seguimiento durante 12 meses, con la última visita del último paciente programada para agosto de 2020. Sin embargo, la presión se elevó por la necesidad de protección de los ancianos que se consideran susceptibles a la infección por SARS-CoV-2 por lo que derivaron en un análisis intermedio de los resultados del estudio", agrega la investigación.
Los resultados de este análisis intermedio "mostraron claramente la protección de los ancianos contra nuevas infecciones con un efecto importante en la prevención de infecciones respiratorias", señala el estudio.
Con respecto al criterio de valoración principal del estudio, "la vacunación con BCG aumentó significativamente el tiempo hasta la primera infección: una mediana de 16 semanas después de la vacuna BCG en comparación con 11 semanas después de la administración de placebo".
"La incidencia de una nueva infección durante el período de seguimiento de 12 meses después de la vacunación también disminuyó significativamente", dice el trabajo.
Además, se destaca que "este análisis intermedio se realizó antes de la visita final del estudio planificado, lo que resultó en que 78 pacientes en el grupo placebo y 72 pacientes en el grupo BCG pudieran completar el seguimiento de 12 meses".
El motivo de este análisis provisional, que ha sido aprobado por el Comité Nacional de Ética y por la Organización Nacional de Medicamentos de Grecia, "fue el surgimiento de la pandemia COVID-19 y el inicio de varios estudios importantes sobre el efecto de BCG en la infección por SARS- CoV-2", dice el reporte.
"El número de personas que participan en el ensayo es demasiado bajo para permitirnos sacar conclusiones sobre el efecto de la vacunación con BCG sobre los coronavirus en general, o COVID-19, en particular", asegura el estudio.
Para eso, "es necesario un seguimiento mucho más prolongado o estudios mucho más grandes. De hecho, se han iniciado o se están preparando varios ensayos clínicos para probar esta hipótesis", explica el trabajo.
En conclusión, en el estudio se demuestra que "la vacunación con BCG es segura y disminuye el número de infecciones en una población anciana en riesgo".
"Si bien estos datos deben interpretarse con cautela, respaldan la hipótesis de que la inmunidad entrenada inducida por BCG protege contra nuevas infecciones, principalmente contra infecciones del tracto respiratorio", asegura el trabajo.