A más de un mes del procedimiento quirúrgico, la segunda persona en el mundo en recibir un trasplante de corazón desde el cuerpo de un chancho a un ser humano no ha mostrado signos de rechazo, lo que brinda a los médicos una perspectiva alentadora. Esta experiencia podría significar un precedente importante para otros pacientes que necesiten de este tipo de intervención en el futuro.
La primera intervención de este tipo tuvo lugar en 2022 en un paciente de 57 años con una enfermedad cardíaca terminal, quien, luego de pasados dos meses de su cirugía, murió debido a reacciones de su sistema inmune, aparentemente vinculadas a la contracción de un citomegalovirus porcino.
Al igual que la primera, esta cirugía tuvo lugar en la Universidad de Maryland, Estado Unidos. La fecha de la intervención fue el pasado 20 de setiembre. El paciente es un hombre de 58 años llamado Lawrence Faucette, quien tenía fallas cardíacas que lo estaban llevando a la muerte. Faucette también cuenta con varios otros factores de riesgo que hicieron que no fuera elegible para recibir un trasplante de corazón humano.
Aunque era arriesgado, el hombre aceptó recibir esta novedosa intervención de un corazón de cerdo genéticamente modificado, ya que era una oportunidad inédita para sobrevivir. Más de un mes después, el cuerpo de Faucette parece haber respondido de manera adecuada y aceptado el nuevo órgano.
Da todas maneras, en este momento el hombre se encuentra recuperando sus habilidades para ponerse de pie y caminar a través de fisioterapia. “Su corazón está haciendo todo lo que puede”, dijo el jefe de xenotrasplantes cardíacos, el Dr. Muhammad Mohiuddin, al canal de noticias CTV de Canadá.
En pacientes con condiciones severas, recibir trasplantes humanos es más riesgoso, por eso, este tipo de pacientes suelen encontrarse al final de las listas de espera de donantes.
Los científicos de la Universidad de Maryland y otros institutos de salud esperan que el resultado de esta intervención pueda marcar un hito en la aplicación de métodos de trasplante entre especies, órganos cultivados en laboratorio, órganos impresos en 3D e incluso formas de “editar” el tipo de sangre de un órgano.