Los residentes de pediatría del Centro Hospitalario Pereira Rossell de Montevideo se declararon en conflicto el pasado lunes: reclaman “mejorar las condiciones asistenciales para que se cumplan los objetivos de su formación”, según el Sindicato Médico del Uruguay. Así, desde el pasado 3 de noviembre resolvieron realizar guardias de 12 horas, que irán desde las 12:00 a las 00:00 —tanto en la emergencia como en la sala de internación—.  Esta medida generó polémica dentro del mundo de la medicina y abrió un nuevo debate sobre cómo deben ser las residencias.

La medida de los estudiantes fue criticada por el expresidente de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) Leonardo Cipriani, quien aseguró que “el Estado les paga por aprender”, por lo que es “obvio que tienen que trabajar”. Los dichos del exjerarca y médico generaron polémica en la red social X, donde planteó su punto de vista.

A raíz de este debate, Micaela, la hermana de la residente de pediatría Eliane Chebi, quien falleció el pasado 4 de enero “y no llegó a la guardia”, compartió un descargo en el que cuestionó las “condiciones” en las que trabajan los médicos en ese centro de salud.

“El 4 de enero de 2024 mi hermana, la residente de pediatría Eliane Chebi, no llegó a la guardia. Ese fue el motivo por el que nos enteramos de que estaba muerta, no llegó a la guardia”, comenzó la familiar de la residente que falleció a causa de un ataque de epilepsia.

En la carta a la que accedió Montevideo Portal, Micaela sostuvo que “se supone que en la Facultad de Medicina deberían saber que la deprivación del sueño es un factor de riesgo muy grande en pacientes con epilepsia, por lo que deberían 'actuar acorde'”.

“No es un tema solo de irresponsabilidad civil, es negligencia médica. Las condiciones en las que trabajó mi hermana hasta el último día de su vida, que son las causantes de su muerte, son negligencia médica”, afirmó.

En esta línea, la hermana de Eliane se refirió a “la precariedad a la que someten a los doctores en Uruguay”, condiciones que “son injustas para todos”.

Chebi se refirió entonces al reclamo de los residentes que “están pidiendo no estar en rotaciones de 36 horas sin dormir y comer”. “Están pidiendo la licencia que les corresponde por ley; están pidiendo aprender”, enfatizó.

De este modo, la joven sostuvo que el caso de Eliane “no es el único”. “No mucho tiempo antes hubo un caso de suicidio en la residencia de pediatría. El caso fue tan desestimado y es considerado tan tabú que ni siquiera logré averiguar su nombre. La víctima permanece callada y en anonimato. Pero se trata de un patrón que se repite en diversos lugares de Latinoamérica. Repito: el suicido de residentes de pediatría es un patrón que se repite”, escribió.

Y entonces, cuestionó al centro de estudios: “¿Son estas las lecciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República en tanto a salud integral?”.  “Me enfurece, como hermana. Me preocupa, como académica. Me moviliza, como ciudadana. Me da una enorme desesperanza, como paciente”, agregó.

Chebi apeló al “sentido común”: que la salud pública de los niños del país debería ser prioridad; que si hay más jóvenes dispuestos a estudiar para ser pediatras y más niños enfermos, se abran más cupos para que se aliviane la carga laboral de los doctores; que se le brinde una mejor atención a los pacientes.

“Hay personas dispuestas a trabajar como pediatras y hay residentes de pediatría muriendo por la sobrecarga laboral. La solución es vergonzosamente obvia. Honestamente, qué vergüenza”, expresó la joven.

Chebi sintió la necesidad de expresarse “como hermana”. “Ya me sacaron todo. Me sacaron el título de hermana. Pero hay algo en mi deber ciudadano que todavía me mueve. Hay una voz que apela a la participación democrática a través del diálogo.  Esa voz me incita a decirles que me parece una buena política pública, y una bastante urgente, dejar de asesinar pediatras”, agregó.

El pasado 29 de julio, la hermana y el padre de Eliane fueron tendencia en X después de donar 1.000 ejemplares de El Principito, el libro favorito de la médica fallecida, al centro de salud.

En coincidencia con la celebración de graduación de una generación de nuevos médicos y del cumpleaños de la doctora, la familia de la residente decidió homenajearla de un modo especial: cada uno de los volúmenes contenía una dedicatoria para ella.