Estas cifras fueron publicadas esta semana en un comunicado por la Unesco con ocasión de una reunión que había convocado por vídeoconferencia, en la que participaron 27 ministros y otros representantes de 72 países para intensificar la respuesta de emergencia y tratar de reducir al mínimo la interrupción del aprendizaje.

De esos casi 363 millones contabilizados por la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (U(nesco), 57,8 millones son universitarios.

Una quincena de países han ordenado el cierre de escuelas a nivel nacional y catorce cierres localizados, medidas que se han adoptado en Asia, Europa, Oriente Medio y Norteamérica.

El pasado 4 de marzo, eran 290,5 millones de escolares los afectados por cierres de colegios en 13 países para intentar frenar la propagación del coronavirus.

"Estamos entrando en un territorio inexplorado y trabajando con los países para encontrar soluciones de alta tecnología, baja tecnología y sin tecnología para asegurar la continuidad del aprendizaje", reconoció la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.

Se trata de que en este contexto se promueva "la innovación y la inclusión en lugar de exacerbar las desigualdades en el aprendizaje".

La organización ha creado un equipo de emergencia para dar apoyo a las diferentes capitales y poner en común "políticas eficaces", centrado en "los países más vulnerables".

También ha publicado una lista de aplicaciones y plataformas de aprendizaje de libre acceso para que las puedan utilizar padres, maestros y alumnos, así como sistemas escolares.

Y pide a los países que tengan en cuenta los objetivos de inclusión y equidad como principios rectores al planificar sus medidas, ya que el cierre de escuelas "tiende a afectar más a los alumnos vulnerables".


Con informaciòn EFE