Las mujeres están alcanzando a los hombres cuando se trata de muertes por abuso de alcohol, encuentra un nuevo estudio.
Aunque los hombres tienen casi tres veces más probabilidades de morir por abuso de alcohol que las mujeres, estas muertes aumentan a un ritmo más rápido entre las mujeres. Entre 2018 y 2020, las muertes relacionadas con el alcohol aumentaron en un 12.5 por ciento entre los hombres, pero se dispararon en un 15 por ciento entre las mujeres.
“Es de verdad preocupante”, señaló el investigador principal, el Dr. Ibraheem Karaye, profesor asistente de salud de la población de la Universidad de Hofstra en Hempstead, Nueva York.
En el estudio, Karaye y sus colegas examinaron los datos de casi 606,000 muertes relacionadas con el alcohol entre 1999 y 2020.
Karaye observó que no puede decir con certeza por qué esta tendencia está ocurriendo, pero piensa que la epidemia de obesidad entre las mujeres podría estar vinculada con las muertes relacionadas con el alcohol, porque conlleva un riesgo más alto de concentración de alcohol.
“Como resultado de esto, es más probable que se experimente toxicidad, se desarrollen complicaciones y se mueran”, advirtió Karaye en declaraciones recogidas por HealthDay News.
Además, las muertes relacionadas con el alcohol también se complican con el uso simultáneo de los opioides, añadió el profesional
“En algunas muertes relacionadas con el alcohol, hay unas probabilidades muy altas de que los individuos no solo consumieran alcohol, sino también opiáceos”, aseguró. “Los estudios muestran cada vez más que sin duda existe una mortalidad en que el alcohol y los opioides están implicados a la vez”.
Los investigadores también encontraron que, entre las mujeres blancas, hispanas y negras, el consumo de alcohol está en aumento, al igual que las muertes relacionadas con el alcohol. Estas son más numerosas en el sur y el oeste que en el noreste y el medio oeste, agregó.
El informe se publicó en la edición en línea del 28 de julio de la revista JAMA Network Open.
Linda Richter es vicepresidenta sénior de investigación y análisis de la prevención de Partnership to End Addiction.
“Este estudio resalta la importancia de no perder de vista los riesgos del alcohol, a pesar de la normalización generalizada y enraizada de su consumo en nuestra sociedad. Todo el foco se ha puesto en los opioides, como el fentanilo, y hemos descuidado los peligros reales asociados con el consumo excesivo de alcohol, que provoca significativamente más muertes al año que todas las drogas”, enfatizó Richter, que no participó en el nuevo estudio.
Los daños no se limitan a la consecuencia más extrema de la muerte, anotó. “En los últimos años, hemos observado aumentos en el consumo riesgoso, con unas tasas de aumento más altas en el sexo femenino que en el masculino. Este estrechamiento de la longeva brecha sexual en el consumo riesgoso de alcohol y, como este estudio muestra, en la mortalidad, subraya la necesidad de dedicar más recursos a aumentar la concienciación pública y ofrecer unas intervenciones efectivas y tempranas para frenar esta marea”.
Junto con una mayor aceptación del consumo de alcohol, lo que incluye a los atracones de bebida y al consumo excesivo, algunos de los factores de riesgo de beber alcohol que son más prevalentes en el sexo femenino también han aumentado, entre ellos el estrés, la ansiedad y la depresión, añadió Richter.
“Y debido a las diferencias fisiológicas sexuales en los efectos del alcohol, las mujeres biológicas que beben en exceso experimentan los daños relacionados con el alcohol de forma más rápida e intensa que los varones, un hecho que los investigadores y los profesionales clínicos conocen bien, pero que el público general no comprende tanto”, dijo Richter.
El estrechamiento de la brecha sexual en el consumo riesgoso de alcohol más prominente es entre las personas más jóvenes, aunque esto no aparece en estos datos sobre la mortalidad, aclaró.
“Pero para reducir estas tasas crecientes de mortalidad a largo plazo, debemos invertir en esfuerzos de prevención que comiencen pronto y que continúen a lo largo de toda la vida, de formas adecuadas para la edad e informadas por la investigación”, añadió Richter.