"A los niños se los está dejando atrás", advirtió el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) al divulgar este estudio, que se difunde anualmente en la antesala de la celebración del Día Mundial de la Lucha contra el Sida (1 de diciembre) y que en esta ocasión se tituló "Reimaginando una respuesta resiliente contra el VIH para los niños, adolescentes y embarazadas que conviven con el VIH".
De acuerdo a los datos recopilados por Unicef, unos 110.000 niños y adolescentes murieron en 2019 por causas relacionadas con el sida (Síndrome de Inmuno-Deficiencia Adquirida), enfermedad de la que es precursor el VIH.
De ellos, unos 79.000 tenían edades comprendidas entre los cero y los nueve años y 34.000 pertenecían a la franja de entre los 10 y los 19 años de edad.
Estos datos de mortandad relacionada con el sida son algo mejores que los de 2018, pero aún así arrojan una media de más de 300 fallecimientos al día.
En el lado positivo, las opciones de supervivencia para los menores a los que se les transmitió el virus durante la gestación siguieron creciendo y, en las últimas dos décadas, la mortalidad ligada a este tipo de infecciones bajó un 53 %.
Esto es debido a mejoras en cuanto a la detección y al tratamiento, tanto para las madres como para sus bebés.
"Los niños pequeños infectados con el VIH al nacer tienen ahora más posibilidades de llegar a la adolescencia y la edad adulta. Pero incluso aunque la proporción (de fallecimientos en comparación con el número de transmisiones) ha disminuido, las muertes entre niños menores de 5 (años) todavía supone la mayoría de las muertes de los menores entre los cero y los 19 años", puntualiza Unicef.
3 millones
El número de menores que convivían con el VIH en 2019 ascendió a unos 2,8 millones en todo el mundo, de los cuales 1,1 millones eran menores de 9 años.
Sólo un poco más de la mitad de la infancia afectada, sin embargo, tenía acceso a fármacos antirretrovirales.
"Los esfuerzos de prevención y tratamiento para los niños quedan entre los más bajos entre las poblaciones clave afectadas. En 2019, un poco más de la mitad de los niños tenían acceso a los tratamientos que salvan vidas, una cobertura significativamente rezagada tanto respecto a la de las madres (85 %) como de todos los adultos que viven con el VIH (62 %)", recalca Unicef.
El Fondo de la ONU para la Infancia subraya también que el impacto y el tratamiento del virus en la infancia sigue siendo muy dispar a nivel geográfico.
África subsahariana sigue siendo la región más afectada, ya que es hogar de nueve de cada diez niños y adolescentes que en 2019 convivían con el VIH.
Respecto a la disponibilidad de tratamiento, entre las zonas más afectadas por la epidemia, Oriente Medio y el Norte de África tienen los mejores niveles de cobertura pediátrica de los medicamentos antirretrovirales (81 %), seguidos del sur de Asia (76 %) y el sur de África.
Los peores datos en esta materia se registran en Latinoamérica y el Caribe (46 %) y en África occidental y central (32 %).
También hay disparidad por sexos, ya que entre las niñas y adolescentes hay más infecciones que entre los varones.
"La vulnerabilidad sigue oscilando gravemente en contra de las chicas, que suponen tres de cuatro de las nuevas infecciones entre adolescentes. La proporción es incluso mayor, cuatro de cada cinco (82 %) en África subsahariana, hogar de los países con las mayores prevalencias (de VIH) del mundo", describe la agencia de la ONU.
La pandemia lo complicó
Aunque todavía no haya datos finales, para este 2020 resulta ya claro que la pandemia de covid-19 ha complicado la lucha contra esta otra gran pandemia que amenaza al mundo desde hace cuatro décadas, la de VIH/sida.
"Todavía no hay vacuna contra el VIH. Los niños todavía quedan infectados a tasas alarmantes y todavía mueren por el sida. Esto ocurría incluso antes de que la covid-19 interrumpiera tratamientos vitales contra el VIH y servicios de prevención, poniendo incontables vidas adicionales en riesgo", declaró Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef, en un comunicado sobre el estudio.
Los confinamientos y las nuevas prioridades sanitarias con recursos escasos han dificultado tanto el tratamiento como los nuevos diagnósticos y la recolección de datos.
"La covid-19 empeoró el lento progreso, exponiendo además las desigualdades en el acceso a servicios de VIH críticos para los niños, adolescentes y mujeres", expone el texto del estudio.
Con las reaperturas de los países hubo un "rebote" de las medidas, pero a fecha de hoy los renovados esfuerzos aún están lejos de llegar a los objetivos pediátricos fijados para 2020.
Este frenazo pone seriamente en peligro la meta global de erradicar el sida como amenaza pública de salud para 2030.
Con información de EFE