Un estadounidense de 35 años se inyectó cocaína en la vena dorsal de su propio pene y acabó con graves lesiones en sus genitales. Tras experimentar un dolor "insoportable y creciente" por al menos tres días, terminó internado en un hospital.

Según lo descrito por los médicos en un artículo publicado en la revista científica American Journal of Case Reports, el miembro viril del paciente presentaba necrosis y úlcera en el costado, blanqueamiento en la parte delantera y una importante inflamación.

Los profesionales de la salud también informaron que el paciente se había inyectado cocaína en la vena del pene al menos otras dos veces en las dos semanas previas al ingreso. Sin embargo, en esas ocasiones todo había ocurrido "sin ninguna complicación".

Una vez identificada la úlcera, se descartó gangrena de la extremidad. Los médicos iniciaron entonces el tratamiento del individuo para la recuperación del órgano íntimo con antibióticos, el cual duró 10 días.

El hombre tiene un historial "significativo" de consumo de drogas, pero cuando fue dado de alta después de recuperarse, se negó a ir a rehabilitación por su adicción a las drogas. Según lo informado por el portal noticioso UOL, tampoco tuvo seguimiento después del alta.

Los autores del artículo subrayaron que el uso intravenoso de fármacos favorece lesiones en las venas, especialmente eritema, enrojecimiento de la piel, además de necrosis y vasoconstricción, que pueden ser responsables de provocar otros males, como hipertensión arterial.

Artículo de la revista especializada (Imágenes fuertes)