Las bombas de insulina son dispositivos que proporcionan un flujo estable de insulina, incluso mientras se duerme. Tienen un tamaño aproximado al de un "pager" y se conectan a un tubo que transporta insulina desde la bomba a otro tubo insertado justo debajo de la piel. Este tubo tiene que cambiarse cada pocos días.

Hay una serie de bombas de insulina aprobadas por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU) en el mercado, incluyendo una inalámbrica. Este dispositivo, que se conoce como bomba de parche, contiene la insulina en una cápsula colocada sobre el cuerpo con un pequeño tubo insertado debajo de la piel cada pocos días. El suministro de insulina se controla mediante un dispositivo portátil, según consigna HealthDay.

Otro dispositivo que ayuda a la gestión del azúcar en la sangre es un monitor continuo de glucosa (MCG). Dispone de sensores que comprueban el nivel de glucosa (azúcar en la sangre) cada 5 minutos, según la FDA. Las lecturas se envían de forma inalámbrica a un receptor. Sigue siendo necesario que se compruebe el nivel de azúcar en la sangre periódicamente, pero los MCG ayudan a ver si el nivel está aumentando, reduciéndose o si se mantiene igual.

También hay bombas de insulina habilitadas para MCG que se comunican inalámbricamente con un MCG. Las lecturas del sensor se muestran en la pantalla de la bomba de insulina en lugar de en un receptor separado, lo que significa que los pacientes tienen que llevar consigo un aparato menos, señaló la FDA.

"Estos dispositivos son un avance tecnológico importante para afrontar algunas de las dificultades a las que se enfrentan las personas con diabetes al gestionar su nivel de azúcar en la sangre", comentó en un comunicado de la agencia Alberto Gutiérrez, director de la Oficina de Diagnósticos In Vitro y Salud Radiológica de la FDA. "A medida que se integran mejor con las bombas de insulina, los MCG pueden aliviar la carga diaria de las personas con diabetes que manejan al mismo tiempo varios dispositivos médicos", añadió.

Los científicos también están trabajando en la creación de páncreas artificiales, que combinan un MCG y una bomba de insulina con un programa de computadora sofisticado que predice los niveles de azúcar en la sangre y la necesidad de insulina. Estos sistemas monitorizan los niveles de azúcar en la sangre y bombean automáticamente la dosis apropiada de insulina cuando es necesario, según la FDA.