Hace tiempo que los investigadores vienen trabajando en métodos alternativos de monitorización de glucosa en sangre, soluciones que sean capaces de brindar una medición precisa evitando el pinchazo en el dedo. La más reciente propuesta llega de la mano de la compañía canadiense Scanbo, que propone un sistema que combina herramientas de diagnóstico no invasivas con el aprendizaje automático.
Según informa la web especializada Xataka, el usuario solo debe apoyar sus manos unos 60 segundos en el dispositivo para que este obtenga las lecturas médicas necesarias y calcule automáticamente el nivel de glucosa en sangre.
Sin pinchazo ni dispositivos subcutáneos que reaccionen a la
glucosa ¿Cómo se las arregla el aparato para hacer la medición? La clave está
en la medición de signos vitales a través de técnicas ya conocidas. Por un lado
se encuentra la monitorización de frecuencia cardíaca (ECG), que es frecuente
en dispositivos como los relojes inteligentes de Apple o las pulseras de
actividad Fitbit.
Por otro lado, la fotopletismografía (PPG), utilizada frecuentemente para medir
la variación del volumen sanguíneo como resultado de la actividad cardíaca. El
dispositivo, en líneas generales, toma los datos sin procesar de ambas
mediciones y los pasa por una red neuronal convolucional y una red neuronal
profunda. Tras el procesamiento de los algoritmos, el usuario recibe el
resultado del valor de glucosa en sangre.
En declaraciones al portal TechCrunch, los creadores del sistema explican que
su medidor ha despertado el interés de compañías como Medtronic, Samsung o LG,
que se han comunicado con ellos para evaluar un posible colaboración. No
obstante, la firma tiene la intención de ofrecer este producto individualmente,
aunque aun tiene un largo camino que recorrer antes de que se venda en las
tiendas, si es que eso alguna vez sucede.
Por lo pronto se centrarán en presentar ensayos clínicos que demuestren las
capacidades de su dispositivo y así iniciar una primera ronda de financiación.
Cuando el proyecto esté lo suficientemente avanzado, buscarán recibir el visto
bueno de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en
inglés) para su comercialización en Estados Unidos.