Este 4 de febrero se conmemora el Día Mundial de Lucha Contra el Cáncer, patología que es la segunda causa de muerte en el Uruguay después de las enfermedades cardiovasculares, constituyendo el 24.2% de los fallecimientos; una de cada cuatro personas muere por cáncer. Sin embargo, en personas menores de 70 años hoy es la primera causa de muerte en nuestro país.

A nivel mundial se diagnostican 19.3 millones de nuevos casos de cáncer por año y mueren 10 millones de personas por esta enfermedad. Se estima un aumento, particularmente en países de menores ingresos, en la incidencia y mortalidad por cáncer para el año 2030. (GLOBOCAN2020).

Para ambos sexos en Uruguay el cáncer de mama es el primero en incidencia con un promedio anual de casi 2000 casos nuevos, el segundo es el cáncer colo-rectal con un promedio anual de 1900 casos, el tercero es el de pulmón con aproximadamente 1500 nuevos casos por año y el cáncer de próstata es el cuarto en incidencia con más de 1400 casos promedio. En cuanto a la mortalidad, el cáncer de pulmón ocupa el primer lugar con más de 1300 muertes en promedio anual, el segundo es el cáncer colo-rectal con 1000 muertes y en tercer lugar el de mama con 700 fallecimientos anuales en promedio, informó el Ministerio de Salud Pública (MSP) en un comunicado.

Existen diferentes factores que pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer y se pueden clasificar en no modificables (como el sexo, la edad, la raza y antecedentes familiares) y en modificables. Todos estos también constituyen factores de riesgo para otras enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc), entre otras.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 30 al 50 % de todos los cánceres se pueden atribuir a factores que se pueden modificar. Actuar sobre estos disminuye el riesgo de desarrollar cáncer. 

Los principales factores son tabaquismo, alimentación no saludable, sedentarismo, sobrepeso, obesidad, consumo nocivo de alcohol, algunas infecciones como HPV (virus del papiloma humano) y VHB (virus de la hepatitis B) y la exposición a radiaciones ultravioletas.

En nuestro país, un tercio de las muertes por cáncer se deben a tumores relacionados al consumo de tabaco. Los tumores que más se asocian son el cáncer de pulmón, tráquea, laringe, cavidad oral y faringe, esófago, vejiga, riñón, páncreas y cuello uterino. El riesgo de desarrollar estos tipos de cáncer disminuye cuando se elimina el consumo de tabaco.

El sobrepeso y la obesidad, así como una alimentación no saludable y el sedentarismo aumentan el riesgo de varios tipos de cáncer como colon y recto, mama en la mujer postmenopáusica, endometrio, riñón, próstata, entre otros. Mantener una alimentación saludable y realizar actividad física regular disminuye el riesgo. Es muy importante evitar el consumo nocivo de alcohol, que se asocia al desarrollo de tumores de cabeza y cuello, esófago, estómago, hígado y mama. 

Algunas infecciones también aumentan el riesgo de cáncer. Por ejemplo, la infección por HPV se asocia con el cáncer de cuello uterino, algunos tumores perineales y de la esfera otorrinolaringológica. Por otro lado, la infección por hepatitis B se relaciona con el desarrollo de hepatocarcinomas (tumores del hígado). Afortunadamente para ambas infecciones hay vacunas efectivas.

En Uruguay, la vacuna contra la hepatitis B forma parte del Certificado esquema de vacunación (CEV) y se administra una dosis a los 2, 4, 6 y 15 meses de edad. Para prevenir la infección por el HPV se administra, de forma gratuita y no obligatoria, a niños de 11 y 12 años la vacuna tetravalente (que protege contra 4 genotipos de HPV, 16 y 18 responsables del 70% de los cánceres de cuello uterino y 6 y 11 vinculados al desarrollo de verrugas benignas).

El tamizaje constituye una intervención de salud pública y está indicado en tumores frecuentes que pueden ser prevenibles o diagnosticados en etapas precoces, pasibles de tratamientos curativos.

En Uruguay se realiza tamizaje para el cáncer de mama, de colon y recto y el cáncer de cuello uterino.

En el cáncer de mama se utiliza la mamografía, que ha demostrado reducir en mujeres la mortalidad por esta enfermedad.

El Papanicolau (PAP) o colpocitología oncológica es el estudio que se utiliza para el tamizaje de cáncer de cuello uterino. Una mujer que se vacunó contra el HPV en la niñez igual debe controlarse y realizarse el tamizaje con PAP.