El animal, de nombre "Negrito", vivía con una familia con diversas personas afectadas por la COVID-19 y padecía una enfermedad cardíaca, un caso que fue detectado por el Centro de Investigación en Sanidad Animal de la región de Cataluña (CReSA)
"La cadena de transmisión de los virus se produce de las personas hacia los gatos, y éstos son las víctimas colaterales de la enfermedad en los humanos", explicó el investigador del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentrias del citado centro, Joaquín Segalés.
El investigador recordó que "la vía de transmisión predominante de la COVID-19 es de humano a humano, y que la capacidad de los gatos de transmitir la enfermedad es negligible, es decir, que no juegan un papel significativo en la epidemiología de la enfermedad".
Los estudios científicos publicados hasta ahora precisan que los gatos son una de las especies animales sensibles a la infección por el SARS-CoV-2, junto a animales como los hurones, visones, hámsters, primates no humanos y, en menor medida, los perros.
"Negrito" ingresó en un hospital veterinario con dificultades graves para respirar, temperatura rectal alta, un nivel muy bajo de plaquetas y una insuficiencia cardíaca, por lo que se le practicó una eutanasia humanitaria.
Posteriormente, se le trasladó al CReSA, donde se le practicó una necropsia, que detectó material genético (ARN) del SARS-CoV-2 en diversas muestras extraídas, aunque con una carga vírica baja, y ninguna de las lesiones que presentaba el animal era compatible con una infección por el virus.
Segalés indicó que todos los casos conocidos de gatos infectados por el coronavirus presentaban un denominador común, y es que pertenecían a núcleos familiares con pacientes de COVID-19.
Los investigadores recomiendan, como propugna la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), que las personas infectadas con el virus y convivan con mascotas tomen medidas básicas de higiene, como lavarse las manos antes y después de estar en contacto con los animales o al manipular su comida o sus objetos, así como evitar los besos.
Y en caso de que los animales desarrollen síntomas compatibles con las infecciones por SARS-CoV-2, lo mejor es consultar un veterinario.
Con información de EFE