Cuarenta y tres estudiantes de entre 16 y 17 años, de 2º y 3º de bachillerato, terminaron en un hospital tras utilizar la misma aguja para extraerse sangre.

El caso ocurrió en una escuela pública de la localidad de Laranja da Terra, en el estado brasileño de Espírito Santo, y en el marco de una presunta actividad académica.

Según informaron medios locales, las autoridades de la institución supieron el pasado viernes de lo ocurrido y dispusieron de inmediato el traslado de los estudiantes a un hospital, con el fin de que se les hicieran pruebas para descartar trasmisión de dolencias.

El profesor de Química responsable de la actividad fue despedido y el caso está siendo investigado por el departamento de asuntos internos de la Secretaría de Educación del Estado.

Desde el centro educativo subrayaron que la actividad se realizó sin autorización del área de coordinación pedagógica.

Compartir jeringas y agujas conlleva un alto riesgo de contagio de enfermedades infecciosas, como el VIH y las hepatitis B y C. No se reveló el nombre de la escuela para proteger la identidad de los adolescentes.

Alumnos de cuatro clases participaron en la actividad. Luego de que el hecho trascendiera, los jóvenes comenzaron a ser discriminados en la escuela ante la posibilidad de haber sido contagiados. A los adolescentes y a una profesora se les realizaron pruebas de enfermedades infecciosas y todos los resultados dieron negativos.