Estudiar el genoma de los parásitos de la malaria y
determinar qué variantes genéticas tienen más probabilidades de desarrollar
resistencia a los fármacos. Este nuevo enfoque puede abrir el camino para
desarrollar tratamientos más eficaces y aplicarse a otras enfermedades
infecciosas.
Un equipo encabezado por la Universidad de California en San Diego (EE.UU.)
analizó el genoma de 724 parásitos de la malaria que habían evolucionado en el
laboratorio para resistir a uno de los 118 compuestos antimaláricos, tanto
tratamientos establecidos como nuevos agentes experimentales.
Así identificaron un conjunto de probables variantes genéticas que tienen más
probabilidades de conferir resistencia a los fármacos.
Muchas investigaciones sobre la resistencia a fármacos solo pueden centrarse en
un agente químico a la vez, “pero lo que hemos conseguido aquí es crear una
hoja de ruta para comprender la resistencia a fármacos antimaláricos en más de
cien compuestos distintos”, señaló Elizabeth Winzeler, una de las firmantes
Estos resultados “serán útiles también para otras enfermedades, porque muchos
de los genes resistentes que estudiamos se conservan en distintas especies”,
agregó en un comunicado de la universidad.
El objetivo final es -explicó- usar el aprendizaje automático para que ayude a
entender qué compuestos tienen más riesgo de verse comprometidos por la
resistencia.
De esta forma, se podría agilizar el proceso de desarrollo temprano de fármacos
y, en última instancia, llevar los tratamientos a los ensayos clínicos más
rápidamente
El paludismo sigue siendo una de las principales causas de morbilidad y
mortalidad, sobre todo en África, donde se produce el 95 % de las muertes,
según la Organización Mundial de la Salud, pero los fármacos de primera línea
han fracasado repetidamente debido a la propagación de cepas resistentes a los
medicamentos.
EFE