Cuando los abuelos pueden echar una mano a los pequeños, las madres son menos propensas a luchar contra la depresión.
Y, a su vez, son menos propensos a tomar antidepresivos, informan investigadores finlandeses en la edición del 15 de febrero de la revista Population Studies.
Según un estudio que siguió a 488.000 madres de niños pequeños en Finlandia, el uso de antidepresivos fue mayor en las madres cuyos padres y suegros vivían lejos o eran ancianos y enfermos.
"Estudios anteriores han mostrado de forma consistente que los abuelos más jóvenes con buena salud son más propensos a proporcionar apoyo y cuidado infantil", señaló la coautora del estudio, Niina Metsä-Simola, investigadora de la Universidad de Helsinki.
"Tener un abuelo anciano y frágil podría incluso suponer una carga adicional para las madres, ya que no pueden esperar recibir el apoyo de esos abuelos, sino que deben seguir proporcionando apoyo hacia arriba", añadió en un comunicado de prensa del editor de la revista, recogido por HealthDay News.
El efecto de la depresión fue más fuerte en las mujeres que se separaron de sus parejas durante el periodo de estudio de 2000 a 2014.
Metsä-Simola dijo que eso tenía sentido, porque estas mujeres a menudo tienen la custodia de su hijo y pueden necesitar la ayuda de sus familiares.
"Las madres en una situación de este tipo podrían tener que asumir un trabajo adicional, lo que afectaría a su necesidad de cuidado infantil, e incluso podrían tener que mudarse a casa", dijo, y añadió que los padres de niños pequeños, sobre todo los que entran en la monoparentalidad, podrían ser especialmente propensos a sufrir un golpe de salud mental.
Metsä-Simola dijo que esto podría explicar por qué el estudio encontró que el apoyo de los abuelos era "particularmente relevante" para la salud mental de las madres separadas.
Finlandia y otros países escandinavos proporcionan a las madres acceso universal a los servicios sociales y de salud, así como a guarderías y educación asequibles. Se proporciona vivienda de bajo costo con atención para las personas mayores.
A pesar de estas políticas generosas, los investigadores encontraron un vínculo entre la proximidad, la edad y la salud de los abuelos y el uso de antidepresivos por parte de las madres.
"Nuestro estudio sugiere que los intercambios de apoyo entre generaciones son importantes para la salud mental de las madres, incluso en el contexto de un estado de bienestar nórdico en el que todos los padres, incluidos los padres solteros, se benefician de un generoso apoyo institucional", dijo Metsä-Simola.
Los investigadores señalaron que carecían de una medida directa de apoyo intergeneracional, por lo que no pudieron ver con qué frecuencia los abuelos realmente cuidaban a los niños o participaban.
Los investigadores sugirieron que estudios futuros investiguen el papel del apoyo de los padres y los suegros sobre la depresión en las mujeres sin hijos.