Un proyecto de investigación realizado en Bangladés para el control del flebótomo (mosquito) transmisor de la leishmaniasis visceral en humanos mediante el uso de la pintura Inesfly, patentada por la científica española Pilar Mateo, consiguió controlar este vector durante más de 24 meses con una sola aplicación de esa pintura.
De este importante avance en el control del vector transmisor de la enfermedad se hizo eco la revista científica norteamericana American Journal of Tropical Diseases and Hygiene, que publicó los resultados del estudio “Larga eficacia de una pintura insecticida para controlar los vectores de la Leishmaniasis Visceral en Bangladés”.
Una sola aplicación de la pintura Inesfly 5 A IGR NG, patentada internacionalmente por Pilar Mateo, consiguió controlar este vector durante más de 24 meses, lo que supone “un avance muy importante para la erradicación de esta enfermedad”, asegura a EFE la investigadora.
La leishmaniasis se transmite a los humanos por la picadura de la hembra del flebótomo que se ha contagiado previamente picando a un perro que esté infectado.
Esta enfermedad está considerada la segunda más importante del mundo después de la malaria y afecta a numerosos países con climas cálidos de todos los continentes, incluidos los países europeos de la cuenca mediterránea.
La tendencia en los últimos años ha sido de un crecimiento muy importante de esta enfermedad, que afecta sobre todo a países de Asia y de América Latina.
El proyecto se llevó a cabo en una zona altamente endémica y la parte inicial consistió en la comparación de cuatro productos diferentes (el rociamiento con un biocida; mosquitera impregnada; plástico impregnado y pintura insecticida) aplicada en cientos de viviendas de Bangladés y de Nepal.
Se realizaron también aplicaciones en zona urbana y en zona rural de cada uno de estos países y, tras los primeros 12 meses, se constató que solo la pintura Inesfly y el plástico impregnado seguían siendo efectivos contra el flebótomo.
La investigación siguió en Bangladés. A los 14 meses el plástico dejó de ser efectivo y solo la pintura Inesfly 5 A IGR NG llegó a los 24 meses de efectividad, momento en el que la investigación finalizó, aunque el producto siguió funcionando.
Adicionalmente a esa efectividad del producto, se constató también que en las casas pintadas con Inesfly se redujo enormemente la presencia del vector comparado con los otros productos.
La tecnología de microencapsulación polimérica Inesfly permite la lenta liberación de los activos biocidas y su mezcla dentro del cuerpo de la pintura sin que se produzca interacción entre las diversas microcápsulas, facilitando así el control integral de los insectos.
Desde hace unos 27 años se viene utilizando para el control de vectores que transmiten otras enfermedades endémicas como la malaria, el dengue o el mal de Chagas, explica Pilar Mateo, considerada una de las mujeres científicas más prestigiosas del mundo y que, desde 2015, colabora con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La pintura Inesfly 5 A IGR NG se usa en España por las empresas de control de plagas para el control de cucarachas y otros vectores en las alcantarillas, y el producto recibió ya una distinción por parte de la OMS (“Key Achievement”) y cuenta con el aval del Comité Ético de la OMS para su utilización en domicilios particulares dada su inocuidad, tanto para los aplicadores como para las personas que residen en esas casas.
El estudio se realizó entre noviembre de 2015 hasta diciembre de 2017 en una zona endémica de Bangladés y ha alcanzado el objetivo de eliminación, ya que en 2021 solo se reportaron 35 casos, según señala el texto del artículo, que añade que ahora deben adoptarse medidas para establecer una fase de mantenimiento y que no se pierdan los logros conseguidos.
El proyecto fue dirigido por el doctor Dinesh Mondal (del Icddrb de Bangladés) y por el doctor Axel Kroeger, de la Universidad de Friburgo, y en el mismo participaron otras instituciones de Canadá (McGill University), el Reino Unido (Oxford University) y Australia (Queensland University), así como el Programa Especial de la TDR/WHO de la OMS en Suiza.
EFE