Los ultramaratones son unas extenuantes carreras que en general abarcan entre 30 y 100 millas (entre 48 y 161 kilómetros), pero una nueva investigación sugiere que incluso esas distancias no estresan al corazón en exceso.
"La buena noticia es que, aunque los corredores experimentados esforzaron sus corazones al límite durante la ultramaratón, no mostraron evidencias de riesgo cardiaco según se evaluó a través de los biomarcadores elevados [por ejemplo, los niveles de cortisol]", señaló el investigador coprincipal, Rodrigo Hohl, profesor en el departamento de fisiología de la Universidad Federal de Juiz de Fora, en Brasil.
En el estudio, los investigadores realizaron análisis sanguíneos a 25 participantes de un ultramaratón de 24 horas antes y después del evento.
Once de ellos eran ultramaratonistas experimentados que se habían entrenado con una distancia de más de 100 kilómetros (60 millas) a la semana a lo largo de cinco años, mientras que 14 eran ultramaratonistas primerizos que habían corrido antes en al menos un maratón normal.
Después del evento, los corredores experimentados fueron más propensos que los primerizos a tener niveles elevados en la sangre de biomarcadores que miden la salud cardiaca, pero esos niveles no planteaban un riesgo de daño cardiaco. Los corredores experimentados sí tuvieron unos niveles más altos de cortisol.
Los niveles más altos en los corredores experimentados reflejan que su corazón hace un mayor esfuerzo, según los autores del estudio, publicado en una edición reciente de la revista Heliyon.
"Los corredores experimentados corrieron con una mayor intensidad y velocidad, lo que estresó a sus corazones. Los corredores principiantes corrieron con menos intensidad, lo que resultó en unos niveles más bajos de biomarcadores cardiacos", explicó Hohl en un comunicado de prensa de la revista, recogido por HealthDay News.
Anotó que los corredores de ultramaratones fijan su ritmo ellos mismos durante un tiempo determinado y para una meta establecida. Los corredores con distintos niveles de experiencia de entrenamiento y resultados competitivos presentan variaciones en las velocidades a las que corren, y por tanto, distintos niveles de biomarcadores cardiacos en la sangre.
"Los corredores primerizos parecen adoptar un ritmo bastante por debajo de su límite cardiaco, autoseleccionando una estrategia de ritmo que es segura para sus corazones", dijo Hohl.
A pesar de los hallazgos, los corredores de ultramaratones no deben considerarse libres del riesgo de daño cardiaco, según los investigadores.
"Nuestro estudio ofrece evidencias para la precaución y la automonitorización, sobre todo para los corredores experimentados", añadió Hohl. "Tras participar en una ultramaratón, los corredores deben recuperarse durante al menos dos días antes de correr alguna distancia significativa. Ese tiempo es necesario para normalizar los marcadores cardiacos y dar al corazón tiempo para recuperarse después de un desafío de tal magnitud".