Contenido creado por Inés Nogueiras
Salud

Lecciones para todos

Con el psicólogo Alejandro de Barbieri sobre la educación de los hijos

"Lo importante es que vengan a ser felices", espetó la maestra ante un embelesado grupo de padres de pequeños de cinco años. Pero ¿es así?

24.02.2015 12:48

Lectura: 4'

2015-02-24T12:48:00-03:00
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El filósofo español Gregorio Luri tiró por la borda ese precepto en su último trabajo, "Mejor educados". A poco de empezar un nuevo período de clases, Montevideo Portal consultó sobre el tema al psicólogo Alejandro de Barbieri.

De Barbieri se mostró de acuerdo con la postura de Luri y destacó que en su libro "Economía y felicidad" aparece ese concepto del filósofo español. "Luri dice 'abrazar la vida en su complejidad antes que la felicidad' y es mucho más fuerte porque agrega 'si queremos hijos felices tendremos adultos esclavos'. Y realmente la neurosis posmoderna de los padres es querer que nuestros hijos sean felices y por querer que sean felices se matan trabajando para que no les falte nada. Terminamos entonces con padres cansados, fatigados, estresados que no le pueden contagiar felicidad a sus hijos", valoró.

"Lo primero en todo caso es ser felices nosotros como adultos, con la vida que tenés, con tu trabajo y todo lo que implica ser adulto. Y cuando uno puede ser feliz con su vida, a partir de ahí va a chupar felicidad por ósmosis", reflexionó el psicoterapeuta, cuyos libros han tenido gran éxito de ventas.

En opinión de De Barbieri, ese deseo porque los hijos sean felices es algo que "los niños después usan para manipular". "Se va confundiendo con placer entonces los adultos terminamos presos de los que los niños desean y eso es algo que tiene que cambiar", agregó.

Ahora bien, en lo que respecta a la educación, el psicólogo destaca que escribió "Educar sin culpa" para ayudar a recuperar la alianza entre los padres y el centro educativo, que en su opinión se perdió.
"Antes esa alianza era implícita, ahora la alianza es entre el nene, la mamá y en el peor de los casos el abogado que hace el juicio. El gurí trae un dibujo, se lo muestra a la madre y ella dice '¿qué te dijo la maestra?'. Y el nene dice 'no me tiene que decir nada'. Fijate cómo se sienten los docentes educando a la defensiva con miedo a los padres", cuestionó.

La raíz de muchas de las situaciones que se viven actualmente entre padres e hijos es la intolerancia a la frustración. "El adulto que no puede tolerar que el niño se frustre y de allí no puede tolerar su propia frustración. Por eso 'Educar sin culpa', porque el abuelo no tenía culpa de lo que le pasaba al nene. Estaba más fuerte, los padres de hoy están frágiles, entonces no pueden sostener la frustración del niño. Y el niño menos se puede sostener", dijo De Barbieri.

Finalmente, y en relación a los castigos, el profesional enfatizó en que cuando se tiene una "autoridad sana" no se necesitan "coscorrones". "Pero cuando hay una autoridad que fue incorporada de a poco cada vez va a ser menos necesidad física. Pensá en los abuelos. El abuelo se sentaba en la mesa y no tenía ni que hablar. Con dos cabezazos el niños iba al cuarto porque había conversación de adultos. Cuanto más precisemos del contacto físico menos está puesta la autoridad. Como un jefe en el trabajo, si golpea la mesa y dice 'acá el que manda soy yo', es que perdió la autoridad y está intentando recuperarla", concluyó.

Gregorio Luri, en su libro ''Mejor Educados'', aconseja a los padres: "desconfíe del profesor que quiere hacer feliz a su hijo". En una entrevista con el diario español ABC, el filósofo español recalcó que su desconfianza es hacia las escuelas que prometen "experiencias".

"Una escuela lo que tiene que ofrecer es la posibilidad de realizar trayectorias, no experiencias. Y en el caso concreto de los niños pobres, la posibilidad de cambiar trayectoria, de liberarse y de abrirse puertas. Si sus hijos van a una de esas escuelas en las que Bucay es el intelectual de referencia, competir está prohibido, cuando juegan, todos ganan y nadie pierde, y se considera más importante educar emocionalmente que enseñar álgebra, entonces, mantánganse vigilantes", dijo.