Un perro ingresó a un programa de tratamiento por adicción al alcohol en Reino Unido. Según consigna el periódico The Telegraph, los encargados de su rehabilitación aseguraron que es el primer caso reportado de un can que pasa por semejante trance.
Coco, un perro de dos años de raza mestiza de labrador, fue llevado al Woodside Animal Rescue Trust en Plympton, Devon con otro perro, luego de la muerte del dueño de ambos animales.
El personal del centro de rescate dijo que los dos canes se volvieron dependientes del alcohol debido a que su propietario dejaba licores a su alcance. Los animales requirieron atención de emergencia poco después de su llegada al refugio, debido a que sufrieron convulsiones.
Si bien el otro perro murió tiempo después del arribo, Coco logró recuperarse gracias a que lo trataron por síndrome de abstinencia de alcohol. El animal permaneció bajo sedación durante un mes para evitar nuevas crisis convulsivas.
“Abstinencia canina de alcohol, el primero para nosotros”, escribieron en redes sociales los responsables del albergue.
“Nos gustaría presentarles al miembro más nuevo de la Unidad de Cuidados Especiales de Dunroamin, un chico encantador llamado Coco”, añadieron, y siguieron: “Coco ha estado con nosotros durante más de un mes y ha requerido cuidados intensivos desde que llegó. Su historia es trágica y evidencia cuán vital es nuestra unidad de cuidados especiales”.
“Después de llegar con su amigo canino tras la muerte de su dueño, él y su compañero se enfermaron rápidamente. El amigo de Coco se descompensaba repetidamente y poco después Coco también empezó a hacer lo mismos. Afortunadamente, un veterinario estaba en el lugar en ese momento y pudo administrar la atención de emergencia, pero lamentablemente, el amigo de Coco falleció a pesar de nuestros mejores esfuerzos”, refirieron.
“Coco seguía gravemente enfermo y requería atención las 24 horas. Quedó claro que padecía síntomas que apuntaban a la abstinencia de alcohol”, según constataron.
Desde el centro, esperan que Coco supere su trastorno y sea adoptado. Actualmente ya no necesita medicamentos y “comienza a comportarse como un perro normal”. Sin embargo, sus cuidadores advierten que habrá que esperar un tiempo antes de considerarlo rehabilitado.
“Todavía no está listo para la adopción y, aunque físicamente parece haberse recuperado, a veces todavía está muy ansioso mentalmente”, detallaron.