Los espacios verdes pueden reducir en un tercio las muertes prematuras durante las olas de calor, aseguró este martes la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO), al presentar un estudio en el que se insta a mejorar la gestión de bosques y árboles.
Según afirma la IUFRO en un comunicado, esta evaluación, efectuada por un equipo interdisciplinario e internacional de científicos, es la "más exhaustiva" realizada sobre el papel que desempeñan en la salud los bosques, árboles y espacios verdes.
Advierte de que la crisis climática, la urbanización y la pérdida de biodiversidad "ponen en peligro el importante papel que bosques y árboles desempeñan" para la seguridad alimentaria y los medios de vida de las poblaciones vulnerables.
Los investigadores del Programa de grupos de expertos forestales mundiales (GFEP) de la IUFRO concluyen que es necesario aplicar "medidas urgentes", sobre todo para evitar daños, como los incendios forestales, causados por actividades humanas.
MÚLTIPLES BENEFICIOS
Tras evaluar las "pruebas científicas" de los beneficios que tienen los espacios verdes, instan a los responsables políticos a considerar los espacios verdes como "componentes esenciales de la política y programas sanitarios, así como de la planificación urbana".
Dichos beneficios van "desde el bienestar físico y mental hasta la reducción de la mortalidad general".
Los bosques funcionan "como escudo térmico en tiempos de cambio climático, como filtro del aire o como fuente de plantas medicinales, sustancias activas y alimentos", subraya el estudio.
Más concretamente, los científicos responsables de la investigación afirman que los espacios verdes tienen efectos positivos en el desarrollo de los niños, en la diabetes, el cáncer, la depresión, los trastornos relacionados con el estrés, el envejecimiento cognitivo o la longevidad.
Además de entornos saludables, proporcionan "numerosos bienes y servicios, como medicinas, alimentos nutritivos y otros productos forestales no madereros que contribuyen a la salud", resaltan.
Afirman en este contexto que "las plantas medicinales, que son especialmente importantes para los pueblos indígenas y las comunidades locales, proporcionan atención sanitaria básica al 70 % de la población mundial".
"UNA SOLA SALUD"
Los científicos atribuyen a alteraciones medioambientales y climáticas un aumento de enfermedades como el ébola o la gripe aviar, calculando que "el cambio en el uso del suelo ha provocado la aparición de más del 30 % de las nuevas enfermedades desde 1960".
Según el informe, el 24 % de los fallecimientos mundiales (y el 28 % de las muertes de niños menores de cinco años) se deben a factores como la contaminación atmosférica y los fenómenos meteorológicos extremos, muertes prematuras que podrían prevenirse con entornos más saludables.
VERDE EN LAS CIUDADES
"Vinculando las políticas con estrategias forestales y de salud humana, pueden identificarse soluciones nuevas e innovadoras para los retos sanitarios y forestales", afirma el presidente del GFEP, Cecil Konijnendijk, de la Universidad de Columbia Británica (Canadá).
Según el experto, los espacios verdes pueden reducir en un tercio las muertes prematuras durante las olas de calor, pues "incluso mirar árboles desde la ventana favorece la salud y el bienestar".
"La planificación urbana debería garantizar que las personas tengan siempre fácil acceso a los bosques, los espacios verdes y los árboles, tanto física como visualmente", afirma el investigador.
El científico propone que cada barrio urbano tenga al menos un 30 % de dosel arbóreo: "Todo el mundo debería poder ver al menos tres árboles maduros desde su ventana, ya sea en casa, en el trabajo o en la escuela", afirma.
Con sede en Viena, el IUFRO coordina a más de 15.000 científicos en más de 630 organizaciones de 115 países y es miembro del Consejo Científico Internacional.
EFE