Científicos suizos del Instituto Paul Scherrer de Villigen han logrado grandes avances en el desarrollo de medicamentos fotosensibles, capaces de activarse o desactivarse mediante la luz, lo que puede utilizarse, por ejemplo, en fármacos contra el cáncer.

Según indicó hoy este centro investigador del cantón de Argovia, los medicamentos fotofarmacológicos podrían dotarse de un “interruptor fotosensible” que se activaría mediante un pulso de luz solo cuando llegue al lugar del organismo humano donde debe actuar, evitando con ello efectos secundarios nocivos.

“Una vez realizada su tarea, se puede volver a desactivar mediante otro pulso de luz, lo que permite limitar los efectos indeseables y reducir la resistencia a los antibióticos”, destaca el estudio, liderado por los investigadores Maximilan Wranik y Jörg Standfuss y publicado en la revista especializada Nature Communications.

Para lograr este interruptor, se utiliza el ingrediente activo combretastatina A-4 (CA4, actualmente probado como medicamento contra el cáncer en estudios clínicos) unido a la tubulina, una proteína que se ensambla para formar microtúbulos que promueven la división celular.

La CA4, modificada con dos átomos de nitrógeno que la hacen especialmente fotosensible, desestabiliza los microtúbulos y, por lo tanto, puede detener la división descontrolada de las células cancerosas y ralentizar con ello el crecimiento de un tumor.

EFE