"Hemos decidido no renovar el estado de excepción", dijo el presidente Sebastián Piñera en un breve discurso. Indicó que la medida "fue necesaria para dotar de mayores y mejores herramientas" a Chile "para combatir la pandemia", pues permitía "restringir la libertad y movilidad de las personas, a través de medidas como cuarentenas, cordones sanitarios y toques de queda".
El estado de excepción permitió desplegar a las Fuerzas Armadas en tareas de control y fiscalización de las medidas restrictivas y del toque de queda nocturno, cuyo horario fue variando dependiendo de la evolución de los contagios por covid-19. "Durante los últimos tres meses, gracias a la colaboración de la ciudadanía y las políticas públicas adoptadas, la situación sanitaria y el control de la pandemia han evolucionado favorablemente, con una muy significativa reducción de los contagios, casos activos, hospitalizaciones y muertes", agregó Piñera.
Chile registra actualmente una media de 500 casos nuevos y una docena de decesos al día, acumulando más de 1,6 millones de contagios y 37.000 fallecidos desde que se detectó el primer caso de coronavirus, el 3 de marzo de 2020. También influyó positivamente en la mejoría de la situación el rápido avance de la vacunación, que actualmente abarca a 13,4 millones de los 19 millones de habitantes del país. Recientemente comenzó la inmunización en niños desde los 6 años.
El fin del estado de excepción supondrá para los chilenos la posibilidad de desplazarse libremente sin restricciones horarias, aunque la autoridad sanitaria tiene facultades para reducir aforos y otras medidas restrictivas en base a un plan de cinco fases en función de la evolución del coronavirus en cada región del país.
Con información de AFP