Este documento consiste en un certificado de vacunación completo, un test negativo de coronavirus de menos de 72 horas o un certificado de recuperación de menos de seis meses.
Los principales centros comerciales afectados por esta medida están ubicados en la región parisina y en el sur de Francia.
Este certificado ya es obligatorio en restaurantes, bares, museos y cines, así como para viajes en trenes de larga distancia o vuelos domésticos.
Decenas de miles de personas manifestaron el sábado en varias ciudades de Francia, por quinta semana consecutiva, para protestar contra la instauración de este dispositivo.
Para el presidente Emmanuel Macron es la manera de fomentar la vacunación, proteger a la población y evitar nuevos confinamientos.
Para sus detractores, es un abuso de poder que restringe las libertades esenciales, divide y segrega.
Con información de AFP