La investigación evidenció que caminar por diferentes razones producía diferentes niveles de salud. Las personas que caminaban principalmente a lugares como el trabajo y la tienda de comestibles desde sus casas, por ejemplo, informaron tener mejor salud que las personas que caminaban principalmente por placer.
"Encontramos que caminar con fines utilitarios mejora significativamente la salud, y que esos tipos de viajes a pie son más fáciles de incorporar a la rutina diaria. Así que, básicamente, tanto como planificadores de la ciudad y como personas, debemos tratar de aprovechar esto lo más posible", explica el líder del estudio, Gulsah Akar.
El estudio usó datos de la Encuesta Nacional de Viajes de Hogares de 2017, un conjunto de datos de Estados Unidos recopilados desde abril de 2016 hasta mayo de 2017. Los investigadores analizaron las evaluaciones de salud de 125.885 adultos de entre 18 y 64 años. Esos adultos informaron sobre el número de minutos que pasaron caminando con diferentes propósitos: de la casa al trabajo, de la casa a las compras, de la casa a las actividades de recreación y a los viajes de caminata que no comenzaron en sus casas. Y los encuestados clasificaron su estado de salud en una escala del 1 al 5. El conjunto de datos que los investigadores analizaron incluía más de 500.000 viajes.
Los investigadores encontraron que caminar por cualquier duración, por cualquier propósito, aumentaba cuán saludable se sentía una persona. Pero también observaron que 10 minutos adicionales de caminata por viaje desde la casa para los viajes de trabajo (por ejemplo, desde la casa de una persona hasta la parada de autobús a 10 minutos de distancia) aumentó las probabilidades de esa persona de tener un puntaje de salud más alto en un 6 por ciento en comparación con las personas que caminan por otras razones. Las personas que caminaban desde su casa por razones no relacionadas con el trabajo, las compras o la recreación tenían un 3 por ciento más de probabilidades de tener una puntuación de salud más alta.
Además, los investigadores hallaron que las personas que caminaban para ir al trabajo lo hacían más rápido, en promedio, unas 2,7 millas (4,34 kilómetros) por hora, que las que lo hacían por otras razones. Las personas que caminaban con fines recreativos, por ejemplo, después de la cena, caminaban, en promedio, unas 2,55 millas (4,10 kilómetros) por hora.
Los investigadores también descubrieron que los paseos que comienzan en casa son generalmente más largos que los que comienzan en otro lugar. El equipo encontró que el 64 por ciento de los viajes a pie en casa duran al menos 10 minutos, mientras que el 50 por ciento de los viajes que comienzan en otro lugar son al menos tan largos.
Con información de Europa Press