California hace historia este comienzo de año al convertirse en el primer estado en Estados Unidos (EE. UU.) en ofrecer atención médica gratuita para todos los migrantes indocumentados de bajos recursos.

A partir de este lunes, una nueva ley estatal permitirá que los extranjeros indocumentados de 26 a 49 años que estén por debajo de ciertos umbrales de ingresos tengan acceso a la cobertura completa de la ayuda oficial estatal Medi-Cal como ya lo estaban otros segmentos de esta población.

Para 2022, los indocumentados de todas las edades representaban el 40% de los aproximadamente 3,2 millones de residentes del estado sin seguro.

Medi-Cal es la versión californiana del Medicaid, el programa con recursos federales y estatales que brinda seguro médico a personas de bajos recursos.

Con esta expansión de elegibilidad, el “estado dorado”, dirigido por el gobernador demócrata Gavin Newsom, avanza en su ambicioso plan de otorgar cobertura médica a todos sus residentes, unos 39 millones de personas.

Se espera que la medida favorezca a más de 700.000 migrantes con un costo de más de 2.600 millones de dólares anuales.

La medida supone el mayor esfuerzo para proporcionar seguro médico a los californianos en una década. “Esta inversión histórica habla del compromiso de California con la atención médica como un derecho humano”, indicó en un comunicado la senadora María Elena Durazo, demócrata por Los Ángeles.

California ya permitía que una buena parte de los residentes indocumentados tuvieran acceso a Medi-Cal.

En 2015, los menores sin estatus migratorio fueron los primeros en tener acceso a este programa. Cuatro años después, la elegibilidad se amplió a los menores de 26 años. Y en mayo de 2022, el estado comenzó a cubrir a las personas de 50 años o más.

El asambleísta Miguel Santiago calificó en un comunicado esta disparidad como “un error histórico” que se solucionará con la expansión.

El Departamento de Servicios de Atención Médica de California (DHCS, en inglés) advirtió que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, en inglés) no considera el acceso a los servicios de salud de Medi-Cal como una “carga pública” por lo que no afectará posibles solicitudes para regularizar el estatus migratorio de sus beneficiarios.

Agregó que la información proporcionada por los indocumentados solo se usará para determinar si califican. Las leyes estatales protegen la privacidad de su información.

Legisladores republicanos que se opusieron a la ley advirtieron de que la expansión de cobertura médica para todos los indocumentados presionará el presupuesto de California, que se estima tendrá un déficit de 68.000 millones de dólares este 2024.

EFE