Marián García es doctora en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid, con grado en Nutrición Humana y Dietética y diplomada en Óptica y Optometría.
Desde hace ya a algún tiempo lleva el blog "Boticaria García" donde, harta de la cantinela de "lo leí en Internet", comenzó a publicar contenidos sencillos y accesibles de divulgación.
Además, es autora del libro "El moco radioactivo", dedicado a asesorar a padres primerizos.
En la última entrada de su blog, García da por tierra con el mito de la dieta alcalina, que se basa en un supuesto control del Ph de la sangre mediante la dieta. La "pasión" por la alcalinidad está presente en muchas publicaciones pseudocientíficas y en innumerables entradas en las redes sociales. De acuerdo con semejante "teoría", mantener el cuerpo en estado alcalino sería clave de salud, longevidad, e incluso tendría efectos terapéuticos contra el cáncer.
Sin siquiera entrar en el debate sobre los beneficios de la alcalinidad, , Gilles Yeo, bioquímico de la Universidad de Cambridge, supo llamar tiempo atrás la atención sobre u detalle que parece escapar a los promotores de esta "terapia".
"Se olvidan del estómago cuando hablan del cuerpo humano. Por allí pasan todos los alimentos, y tiene un nivel de pH de 1,5. Todo lo que consumimos, aunque sea alcalino al momento de meterlo en la boca, ya es ácido cuando llega a los intestinos".