"Mi ministro (de Salud, Eduardo Pazuello), ya dijo claramente que esa vacuna no será obligatoria y punto final; hay un gobernador por ahí que se está autoproclamando el médico de Brasil diciendo que será obligatoria; repito que no lo será", aseguró Bolsonaro durante un evento con simpatizantes retransmitido en las redes sociales.
El gobierno del estado de São Paulo trabaja desde hace meses para testar, producir y distribuir en ese estado la vacuna contra el covid-19 desarrollada por el laboratorio chino Sinovac; según Doria, antes de febrero podrían estar inmunizados sus 46 millones de habitantes.
Este lunes, Bolsonaro volvió a lanzar dudas sobre esa vacuna impulsada por China, diciendo que antes de aplicarse en Brasil el país debería vacunar a su población, insinuando que no confía en su seguridad y eficacia.
"El país que está ofreciendo esa vacuna (China) primero tiene que vacunar en masa a los suyos, después ofrecerla a otros países", dijo Bolsonaro, que comparó la situación con el área militar, donde sólo se puede vender un producto bélico a otro país después de demostrar su eficacia en el propio territorio.
Por el momento, el Gobierno brasileño tan sólo llegó a acuerdos para distribuir entre la población la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, y también firmó un acuerdo con el consorcio Covax.
Las autoridades de São Paulo acusan al presidente de politizar la vacuna contra el covid-19 al no haber firmado todavía un acuerdo son Sinovac y el Instituto Butantan (el centro que la producirá en São Paulo) para comprar más dosis que sean capaces de inmunizar a más brasileños, no sólo a los paulistas.
(Sputnik)