Australia se convirtió este lunes en el primer país en obligar a comprar los vapeadores en las farmacias, al entrar en vigor una reforma para combatir el tabaquismo que incluye penas de hasta siete años de cárcel y millonarias multas.
La reforma, que entra en vigor hoy, también obliga a las personas que deseen un vapeador terapéutico a consultar con su médico de cabecera y obtener por el momento una receta para comprar un dispositivo terapéutico en las farmacias.
Los envases de estos productos, que estarán fuertemente controlados, tendrán un diseño farmacéutico simple y sus sabores se limitarán a tabaco mentol y menta.
"Australia ha liderado el mundo en la lucha contra las grandes tabacaleras por la salud de nuestros ciudadanos, y estamos orgullosos de continuar con ese esfuerzo", dijo la ministra australiana del Interior, Claire O'Neil, en un comunicado publicado hoy, al comentar esta reforma sanitaria.
Si bien ahora se necesita prescripción médica para adquirir el vapeador, a partir del próximo 1 de octubre los consumidores, a excepción de los menores de 18 años, podrán obtenerlo en las farmacias sin receta, si bien siempre con una concentración de nicotina de 20 mg/ml o menor y con el requisito de presentar el carné de identidad.
En virtud de la reforma, aquellas personas que fabriquen parcial o totalmente vapeadores en Australia o distribuyan estos productos afrontarán una pena máxima de siete años en prisión y una multa de hasta 2,2 millones de dólares australianos (1,47 millones de dólares estadounidenses o 1,36 millones de euros).
En el caso de las empresas que los produzcan, la multa máxima rondaría los 22 millones de dólares australianos (14,7 millones de dólares estadounidenses o 13,6 millones de euros) según la norma, que se enmarca en la agenda del Gobierno australiano de reducir los efectos del consumo de los cigarros electrónicos y eliminar por completo su consumo recreativo.
Estas medidas forman parte de las enmiendas a la legislación sobre productos terapéuticos y otros (reformas del vapeo) de 2024, que prohíbe la importación, fabricación, distribución y posesión comercial de estos dispositivos, salvo que se tenga una licencia y un permiso especial.
Para reforzar la lucha contra el vapeo, el Gobierno australiano nombró a Erin Dale como comisionada para el Tabaco y los Cigarrillos Electrónicos Ilícitos, cargo que ejerce a partir de hoy de forma interina, con el fin de intensificar la lucha contra los productos de nicotina del mercado negro.
"El tabaco ilegal no es diferente de cualquier otro producto ilegal: si intentan introducirlo en nuestro país se encontrarán con toda la fuerza de nuestros organismos de protección de fronteras", enfatizó hoy O'Neil.
La medida refuerza el control de Australia, que se convirtió en 2012 en el primer país que impuso a las tabacaleras vender sus productos en envoltorios simples con advertencias de salud, sobre el uso de vapeadores entre los jóvenes.
EFE