Con la intención de fortalecer la atención sanitaria sin discriminar a las personas que padecen problemas psicológicos, se inauguró este jueves en Buenos Aires la V Cumbre Mundial de Salud Mental, en la que el presidente argentino, Alberto Fernández, expresó su preocupación por un tema que aún se considera “tabú”.
“Todo el sistema manicomial es inhumano. Como presidente, he visitado centros de atención —que estamos reformando— y antes, las personas eran tratadas como reclusos, abandonados por sus familias y, en muchos casos, sedados”, dijo Fernández.
El mandatario resaltó que hay que “normalizar la atención y el cuidado de la salud mental” y no la consideración de “la salud mental como un tabú”.
El mandatario estuvo acompañado por la ministra de Salud, Carla Vizzotti, quien hizo hincapié en la necesidad de “destinar refuerzos” y adoptar “una mirada integral y sistémica de atención de la salud mental”.
Bajo el lema “Salud mental en todas las políticas”, la cumbre se llevará adelante entre este jueves y viernes en el Centro Cultural Kirchner, de Buenos Aires, bajo el paraguas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es la primera vez que este evento se celebra en Latinoamérica, bajo la mirada de expertos internacionales en sanidad mental, ministros de salud de todo el mundo, junto a más de 500 delegados de 30 países con el objetivo de reformar la atención psicológica.
El propósito de este año estará puesto en profundizar intervenciones comunitarias en todas las políticas de Estado, incluir los servicios y el apoyo psicosocial en los presupuestos nacionales, así como promover medidas de acceso al sistema sanitario para la transformación del modelo de internamiento hacia uno con base comunitaria.
Durante la inauguración, también estuvo presente el director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, quien recalcó los esfuerzos del continente americano por “priorizar la salud mental en sus agendas políticas” tras la pandemia.
“La pandemia se ha cobrado la vida de casi siete millones de personas en todo el mundo y tres millones en las Américas. La región experimenta el doble de carga en discapacidad por problemas de salud mental”, indicó Barbosa.
En este sentido, remarcó que Latinoamérica es la única región que tuvo un alza en la tasa de suicidios en las últimas dos décadas y, aunque reconoció los esfuerzos llevados adelante, consideró necesario que “todas las personas tengan acceso a servicios de salud mental basados en derechos humanos y libres de discriminación”.
EFE