La combinación de anemia y debilidad muscular en los ancianos aumenta el riesgo de muerte, especialmente en las mujeres, según un estudio adelantado por investigadores de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar) y del University College London, divulgado este lunes en Brasil.
Los adultos mayores de sexo masculino que sufren esas dolencias tienen un 65% de riesgo de morir en el transcurso de diez años, un porcentaje que prácticamente se duplica para las ancianas (117%).
El estudio, en colaboración con la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo (Fapesp) y publicado en el último número del periódico Archives of Gerontology and Geriatrics, analizó una base de datos de 5310 ancianos británicos que fueron acompañados permanentemente durante diez años.
De acuerdo con la investigación, la anemia por sí sola ya aumenta en un 58% el riesgo de morir en el caso de los hombres mayores, mientras que para las mujeres, la debilidad muscular es el factor de más alto riesgo, aumentando la probabilidad de muerte en un 68%.
“En el caso de las mujeres, las dos condiciones combinadas duplican el riesgo de muerte”, aseguró Mariane Marques Luiz, doctoranda del Programa de Posgrado en Fisioterapia de la UFSCar y autora del estudio, citada en un comunicado de la Fapesp.
Para el estudio fueron considerados datos generales de mortalidad y el riesgo fue mayor para los pacientes que contaban con ambas condiciones, independientemente de factores como edad, consumo de cigarrillo, estado civil, nivel de actividad física, rendimiento de la memoria, dificultad en las actividades instrumentales y presencia de alguna enfermedad cardíaca, de pulmón o cáncer.
“Esto significa que, independientemente de alguno de estos problemas, cuando se envejece, tener anemia y dinapenia (debilidad muscular) se convierte en un factor de riesgo importante”, aseguró la experta.
De las 5310 personas analizadas en el estudio, el 84% no tenía anemia ni debilidad muscular y solo el 10,7% presentaba dinapenia, el 3,8% anemia y el 1,5% vivía con ambas condiciones.
Durante los diez años de seguimiento murieron 984 participantes, de los cuales el 63,7% no tenía ninguna afección, el 22,8% presentaba dinapenia, el 7,5% anemia y el 6% presentaba dinapenia y anemia coexistente.
Estudios anteriores han demostrado que la anemia es un factor de predisposición para la pérdida de fuerza muscular debido a que, para una persona anémica, es más difícil que el oxígeno llegue al tejido muscular.
Esta condición, conocida como hipoxia, afecta a todos los órganos y tejidos del organismo anémico.
EFE