Una decena de hospitales pediátricos de Australia ofrecerán el primer tratamiento mundial para bebés diagnosticados con alergias al maní, según informaron este miércoles fuentes médicas.

Los bebés menores de 12 meses recibirán pequeñas dosis “planificadas” de polvo de maní, según un comunicado publicado este miércoles por el Centro de Excelencia Nacional de Alergias del Instituto de Investigación del Hospital Infantil Murdoch.

“El anuncio de hoy es un gran paso adelante en la lucha contra las alergias al maní, que ponen en peligro la vida de los bebés”, remarcó en el comunicado el viceministro australiano de Sanidad, Ged Kearney.

Este tratamiento oral gratuito contra las alergias al maní, que pretende consolidarse como una forma estandarizada de cuidado, será administrado después diariamente en la comodidad de sus casas durante dos años, agregó el centro de investigación sobre enfermedades alergénicas, que recibe fondos del gobierno de Australia.

Pasado ese período, los pediatras harán un seguimiento de sus pacientes en los siguientes 12 meses con el fin de evaluar la aceptabilidad, la seguridad y la eficacia, la calidad de vida y los resultados a largo plazo.

“En última instancia, queremos cambiar la trayectoria de las enfermedades alérgicas en Australia para que más niños puedan ir al colegio sin riesgo de sufrir una reacción al maní potencialmente mortal”, explicó en el comunicado Kirsten Perrett, directora del el Centro de Excelencia Nacional de Alergias (NACE, por sus siglas en inglés).

Este programa de tratamiento de la alergia al maní impulsado por el NACE y que se ofrecerá en 10 hospitales de cinco ciudades australianas es el primero de su tipo que se realiza en Australia fuera del marco de un ensayo clínico.

La alergia a los maníes afecta al 3,1% de los niños de 12 meses en Australia, considerada como la capital mundial de las alergias, mientras que más de dos tercios de los niños alérgicos a los maníes siguen siéndolo a los 10 años, según un estudio del Instituto de Investigación del Hospital Infantil Murdoch.

EFE