Por The New York Times | Stuart A. Thompson
Ante el incremento de los casos de COVID-19 como parte de un repunte de fin del verano, la respuesta de los influentes de derecha y teóricos de la conspiración ha sido avivar los temores sobre confinamientos masivos y difundir ideas nuevas sin sustento sobre los vínculos de la COVID-19 con los acontecimientos mundiales.
Jack Posobiec, una personalidad de derecha, preguntó a sus más de 150.000 seguidores en su canal de Telegram: “¿Quieren volver a implementar las medidas contra la COVID-19 para ponernos en pie de lucha en preparación para la guerra con Rusia?”.
Hay poca evidencia de que la ola actual de casos de COVID-19 generará el tipo de medidas extremas para combatirla que se observaron durante el peor momento de la pandemia. La proporción de casos de COVID-19 en todo el país alcanzó un máximo del 14,1 por ciento en agosto, lo que coincide con la mayoría de los aumentos repentinos desde el inicio de la pandemia, pero las hospitalizaciones casi llegaron a mínimos históricos.
Los funcionarios han respondido con esfuerzos dirigidos y han destacado que el país se está viendo beneficiando por una inmunidad generalizada, mejores tratamientos para los enfermos y pruebas más accesibles que pueden ayudar a evitar que los aumentos repentinos se conviertan en crisis a gran escala.
No obstante, según los expertos en desinformación, para los teóricos de la conspiración y los influentes de derecha en línea, cada repunte es una oportunidad para sembrar el miedo e irritar a sus partidarios. El uso de “plandemia” y “engañademia” (dos términos que describen a la COVID-19 como una maquinación) se incrementó en gran medida en agosto en sitios web de derecha, según datos de Pyrra, una empresa que monitorea amenazas y desinformación en redes sociales alternativas.
Welton Chang, cofundador y director ejecutivo de Pyrra, opinó: “Casi la llamaría una obsesión para la comunidad antivacunas y negacionista de la COVID. Simplemente hacen tormentas en vasos de agua de cada pequeñez”.
La desinformación sobre la COVID-19 es tan antigua como el propio virus. Gran parte tiene que ver con las vacunas: un tercio de los estadounidenses afirman que creen que las vacunas contra la COVID-19 han causado miles de muertes repentinas en personas sanas, según una encuesta publicada en agosto por KFF, un grupo de investigación sin fines de lucro. Aunque no existe un vínculo entre las vacunas contra la COVID-19 y las muertes repentinas, los teóricos de la conspiración han aprovechado para sembrar la idea cuando se han dado casos de celebridades y atletas que enferman por causas no relacionadas.
En muchos espacios de derecha en línea, los usuarios todavía afirman sin evidencia que el virus es un arma biológica planeada, que las vacunas contienen microchips o que hay medicamentos no probados que ofrecen curas sencillas para los síntomas del virus.
Ahora que la COVID-19 se ha vuelto recurrente como la influenza, los expertos en desinformación advirtieron que las ideas falsas y engañosas que giran alrededor de la pandemia seguirán evolucionando.
Las afirmaciones engañosas más recientes surgieron después de las declaraciones del gobierno de Biden a finales de agosto, en las que se emitieron advertencias sobre una ola otoñal de infecciones por COVID-19. Los funcionarios de salud recomendaron que los estadounidenses se vacunen contra las nuevas subvariantes en cuanto estén disponibles las próximas dosis de refuerzo.
Las reacciones fueron rápidas.
“¡ALERTA ROJA!” se leía en un titular publicado esta semana en Infowars, el sitio web conspirativo dirigido por Alex Jones, el fabulador de derecha. “La Casa Blanca anuncia un plan para reimplementar la tiranía por la COVID”.
El aumento de casos también ha activado a los políticos conservadores, quienes han descubierto que criticar los confinamientos y la obligatoriedad del uso del cubrebocas es un potente mensaje político para los votantes republicanos.
Vivek Ramaswamy, un republicano que busca la candidatura presidencial, comentó a The Daily Signal, un sitio de noticias de derecha: “No a la obligatoriedad de usar mascarillas. No a la vacunación obligatoria. No más confinamientos, nunca más”.
La representante Marjorie Taylor Greene, republicana de Georgia, señaló este mes que los demócratas exageran la cifra de casos en aumento para “distraer a la gente” de los fracasos políticos del partido.
En Infowars, Greene mencionó: “Va a haber más COVID para incrementar la histeria y el miedo colectivos”.
El expresidente Donald Trump, favorito para la candidatura republicana, ha externado su oposición a las vacunas y otras contramedidas que alguna vez defendió como mandatario.
La semana pasada publicó un video en Truth Social, su red social, en el que asegura que las preocupaciones por las variantes de la COVID-19 fueron parte de una estrategia para restablecer las políticas de votación por correo utilizadas durante las elecciones de 2020.
Trump manifestó: “Los lunáticos de izquierda están intentando con todas sus fuerzas restablecer los mandatos y los confinamientos por la COVID con todo su repentino alarmismo por las nuevas variantes que se avecinan. Vaya, ¿sabes qué otra cosa se avecina? Las próximas elecciones”. Vivek Ramaswamy, aspirante a la candidatura presidencial republicana, es uno de los políticos conservadores que critica los confinamientos y la obligatoriedad del uso de cubrebocas. (Sophie Park/The New York Times) Jack Posobiec, una personalidad de derecha, ha difundido información errónea sobre la COVID-19 en su canal de Telegram. (Rebecca Noble/The New York Times)