En el Uruguay de 1980 comenzaron a gestarse los primeros grupos de mujeres y resistencias organizadas. El Museo Histórico del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) ubica en ese año los gérmenes del Plenario de Mujeres del Uruguay (Plemuu), una agrupación fundada en el año 1983, que buscó desde su inicio el empoderamiento de las mujeres diversas de todo el país.
Estudiantes, trabajadoras, amas de casa y militantes que tenían como finalidad resistir a la dictadura formaron una organización no gubernamental con el objetivo de mejorar la condición de la mujer uruguaya y por misión una nueva mujer, una nueva familia, una nueva sociedad.
Fueron las mujeres del Plemuu las que en 1984 propusieron una “marcha silenciosa” a la Jefatura de Policía de Montevideo. La manifestación transitaría la avenida 18 de julio y finalizaría con un acto en la Plaza Cagancha para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
“Hay mujeres amas de casa a quienes la sociedad les impone la responsabilidad de atender el mantenimiento cotidiano de la familia, que se enfrenta hoy a la impotencia de ver cómo día a día esa tarea se torna más inalcanzable”, decía la proclama de marzo de 1984, según el semanario Búsqueda.
Tras el retorno de la democracia, los grupos de mujeres solicitaron “igualdad de oportunidades y remuneración en materia laboral; participación en la vida política, social y cultural del país; libertad, democracia (afuera y adentro del hogar) y vigencia de los derechos humanos”, informa el Museo Histórico del MEC.
En 1985, el Día Internacional de la Mujer se celebró en las calles de Montevideo: marcharon por la avenida 18 de julio y se concentraron en la Plaza Fabini.
El Museo Histórico recuerda que entonces “los colectivos de mujeres sirvieron como espacios de sostén, unidad y concientización”. De todas maneras, a pesar de que existían agrupaciones, no había una mujer que represente a otras en el Parlamento.
Tres años después, en 1988, se creó la “Coordinación de Mujeres” que, un año más tarde, realizaría actividades de reflexión y denuncia de la condición femenina con la “exhortación a anular la ley de caducidad”, según publicó el semanario Brecha en 1989. El 8 de marzo de ese año dos agrupaciones organizaron el Día Internacional de la Mujer. Marcharon desde lo que en aquel entonces era la sede de la Comisión Nacional Pro Referéndum hasta la plaza Libertad donde leyeron la proclama.
La marcha de 1990 tomó un carácter diferente, las mujeres se disfrazaron y marcharon como brujas.
Desde 2015 hasta la actualidad, los 8 de marzo han tomado cada vez más visibilidad. El hito fue en 2017, donde se estima que participaron 300.000 personas en la marcha de Montevideo. Un día sin precedentes y que marcó un punto de inflexión en esta lucha.
La presencia de Mujeres de Negro, quienes denuncian continuamente la violencia que se ejerce desde los diferentes espacios de poder, ha sido una constante de las movilizaciones, donde la diversidad de reclamos y formas de protesta confluyen en una misma reunión. Dirigentes políticas de diversos partidos se han reunido para denunciar femicidios y manifestaciones del machismo y el patriarcado.
El año pasado, en 2021, la emergencia sanitaria no fue un impedimento para que se celebre el 8 de marzo en Uruguay, que tuvo como foco la violencia machista.
Este 8 de marzo de 2022, las mujeres vuelven a las calles para manifestarse.