Por The New York Times | Emily Anthes
La variante ómicron del coronavirus se mueve con rapidez. Los síntomas suelen aparecer unos pocos días después de la infección y los niveles virales llegan a su máximo en menos de cinco días a partir de que el patógeno se vuelve detectable por primera vez.
Sin embargo, pareciera que el virus se queda más tiempo en algunas personas, quienes dan positivo día tras día, incluso después de que otros cohabitantes de la casa regresan a trabajar o a la escuela. Entonces, ¿por qué algunas personas dan positivo por el virus durante diez, doce o incluso catorce días… y siguen siendo infecciosas después de tanto tiempo?
“Es una gran pregunta. Me la hacen todo el tiempo”, comentó Peter Chin-Hong, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California, campus San Francisco.
Y también es una pregunta que no tiene una respuesta sencilla. Aunque las pruebas rápidas de antígenos, las cuales detectan las proteínas al exterior del coronavirus, pueden revelar a la gente portadora de altos niveles del virus, no son indicadores perfectos de infectividad.
Los estudios sugieren que, aunque la mayoría de la gente deja de dar positivo con las pruebas de antígenos en algún momento durante los primeros diez días de la enfermedad, un notable subconjunto de personas sigue dando positivo durante más tiempo, por razones que no comprenden del todo los científicos.
En algunos casos, estas personas podrían seguir transmitiendo virus infeccioso, pero, en otras, las pruebas quizá detecten restos virales de una infección menguante, según expertos, por eso es difícil interpretar los resultados.
“Algunas personas podrían no ser infecciosas el final de sus procesos, aunque sigan dando positivo con las pruebas antígeno, mientras que otras podrían ser infecciosas, aunque salgan negativas”, comentó Yonatan Grad, inmunólogo y experto en enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de la Universidad de Harvard. Qué sabemos
Los estudios realizados antes del surgimiento de la ómicron demostraban que la gente con COVID-19 era más propensa a propagar el virus en los primeros días previos y posteriores al desarrollo de síntomas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades citaron estos hallazgos cuando explicaron su decisión de reducir las normas de aislamiento a finales del año pasado. Aunque los antiguos lineamientos recomendaban que los pacientes se aislaran durante diez días, según las recomendaciones actuales, mucha gente puede salir del aislamiento después de cinco días, aunque debería usar mascarilla hasta el décimo día.
Las investigaciones también sugieren que las pruebas rápidas de antígenos son más propensas a dar positivo en los primeros días de la enfermedad, pero hay una variación considerable.
Según un nuevo análisis de gente que se realizó pruebas en repetidas ocasiones en un sitio de California durante la ola de la ómicron, un estimado de un 71 por ciento dio positivo con la prueba de antígeno cuatro días después de que aparecieron sus síntomas o después de que dieron positivo por el virus por primera vez. Ese porcentaje se redujo durante los siguientes días, pero un estimado de un 20 por ciento siguió dando positivo el décimo primer día, de acuerdo con el estudio, el cual todavía no ha sido publicado en una revista científica.
“Algunas personas dan positivo con la prueba antígeno durante periodos bastante prolongados”, comentó Grad. “Creo que se lo atribuimos a una variación en el sistema inmunitario de la gente y la capacidad de responder frente a una infección y eliminar este virus”.
En efecto, un par de estudios recientes, ninguno de los cuales ha sido revisado por expertos, sugieren que algunas personas con infecciones de la ómicron expulsan virus infeccioso —capaz de replicar en un “cultivo celular” o un recipiente de células vivas en el laboratorio— durante más de una semana.
“Es un indicador bastante bueno para determinar que podrían ser personas infecciosas”, comentó Amy Barczak, experta en enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts, quien encontró que el 25 por ciento de la gente seguía teniendo un virus viable el octavo día o después.
En el otro estudio, en el cual participaron personal y estudiantes vacunados de la Universidad de Boston, los investigadores encontraron que, aunque la mayoría de los participantes ya no tenía cultivos virales positivos seis después de que comenzaron los síntomas, una pequeña cantidad tuvo virus viables hasta el décimo segundo día.
Qué no sabemos
Sin embargo, no hay una correlación perfecta entre los resultados de la prueba de antígenos de una persona y la capacidad de crecimiento de sus virus en cultivos. En un pequeño subanálisis preliminar, los investigadores de la Universidad de Boston encontraron que, aunque una prueba negativa de antígeno era un indicador confiable de que la persona también podía tener cultivos virales negativos, una prueba positiva no predecía un cultivo positivo.
“Puedes sentirte un poco tranquilo con una prueba negativa, pero la prueba positiva no es tan útil”, comentó Tara Bouton, especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston y autora del estudio.
El equipo de Barczak encontró que algunas personas dieron positivo con una prueba de antígenos poco tiempo después del punto de tener cultivos virales positivos. Esto sugiere que, al final de una infección, puede haber un periodo breve durante el cual las pruebas solo estén detectando trozos persistentes de proteína viral. El estudio no fue del tamaño necesario como para sacar conclusiones sobre cuán común es esto o cuánto podría durar el efecto, dijo Barczak.
No se sabe por completo por qué algunas personas dan positivo durante más tiempo que otras. Los científicos mencionaron que en general la gente con sistemas inmunitarios más débiles es más propensa a luchar más tiempo contra el virus, aunque incluso personas jóvenes sanas y con todas sus vacunas podrían dar positivo durante periodos prolongados.
Otra posibilidad es que la gente expuesta a mayores dosis del virus pudiera demorar más en eliminarlo de su sistema, señaló Aubree Gordon, epidemióloga especializada en enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Míchigan.
También hay diferencias en la sensibilidad de las pruebas y la forma en que se aplican. “Algunas personas se hacen pruebas con hisopos y apenas tocan la nariz”, comentó Gordon. “Mientras que otros individuos… de hecho, hace poco a un familiar le dije: ‘No te lastimes’. Porque lo estaba metiendo mucho”.
Qué hacer al respecto
Una lección es que los resultados positivos prolongados son tan comunes que la gente que deja de aislarse antes del décimo día debería seguir tomando precauciones, como usar mascarillas que le queden bien, aseguraron expertos.
Más allá de eso, los científicos no se ponen de acuerdo. Algunos recomiendan aislarse hasta que la prueba de antígeno dé positiva, aunque sean más de diez días.
“Ahora podemos adaptar las recomendaciones a experiencias individuales por medio de los resultados de las pruebas rápidas”, comentó Grad. “Y, debido a que sabemos que algunas personas pueden tener procesos prolongados, me parece razonable que, si puedes seguir aislándote mientras salgas positivo, deberías hacerlo”.
Sin embargo, otros señalaron que, en un tema de política de salud pública, no tiene sentido pedirle a una mayoría de gente que por lo demás está sana que se aísle, ni siquiera pedirle que se haga pruebas, durante más de diez días.
“Nadie está diciendo que no haya gente que, tal vez en términos estadísticos, esté al final de su proceso y pueda transmitir después del décimo día”, comentó Chin-Hong. Pero es poco probable que las personas en esa etapa de infección tengan un papel importante en la propagación del virus y la gente que se siga haciendo las pruebas podría dejar de ir a trabajar o a la escuela sin mucho beneficio para la salud pública, señaló Chin-Hong. “Además, se genera un problema de equidad, por ejemplo: ‘¿Quién diablos tiene tantas pruebas?’”, agregó. Una prueba casera de COVID-19 se entrega en una escuela primaria de Richmond, Virginia, el 2 de enero de 2022. (Julia Rendleman/The New York Times) Paquetes de pruebas rápidas de antígenos para la COVID-19 diseñados para uso casero, en Maplewood, Nueva Jersey, el 21 de diciembre de 2021. (Danielle St. Laurent/The New York Times)