Por The New York Times | Hannah Seo
Lu Morales, de 32 años, se crio comiendo una amplia variedad de platillos mexicanos con mariscos. Sin embargo, a los 25 años, una comida para llevar de rollos de huevo con camarones le llevó de repente a un choque anafiláctico, un viaje al hospital en ambulancia y el diagnóstico de una alergia a los mariscos.
Morales, quien usa el pronombre elle, comentó que los rollos de huevo le causaron tos, jadeos, así como párpados rojos e hinchados. Morales mencionó que ya no come mariscos.
Shradha Agarwal, una alergóloga e inmunóloga en la Facultad de Medicina Icahn en Monte Sinaí en la ciudad de Nueva York, indicó que aunque la mayoría de las personas no experimentarán nuevas (o perderán viejas) alergias en la edad edulta, tampoco es inusual que sí pase. Los científicos no entienden por qué las alergias aumentan o disminuyen, en especial en la edad adulta.
Agarwal opinó: “Hay mucho misterio sobre las alergias”.
Lo que saben los expertos
Agarwal afirmó que hay muchos tipos de alergias y, en general, se desarrollan cuando tu sistema inmunitario trata, por error, a un alergeno inofensivo, como el polen o la caspa animal, como una amenaza. Entonces, reacciona cada vez que encuentra ese alergeno, con síntomas que pueden variar desde tos, estornudos y comezón hasta reacciones más serias que incluyen urticaria, vómito, dificultad para respirar y pérdida del conocimiento.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), alrededor del 26 por ciento de los adultos y el 19 por ciento de los niños en Estados Unidos tienen una alergia estacional y cerca del 6 por ciento de los adultos y niños tienen una alergia alimentaria.
Corinne Keet, una profesora de Inmunología de Alergias Pediátricas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, aseguró que las causas de las alergias son complejas, dependiendo de tus genes y a qué tipos de alergenos estás expuesto y cuándo.
No obstante, los expertos piensan que, en general, las cosas que afectan a tu sistema inmunitario (como la pubertad, el embarazo, las enfermedades transitorias o crónicas o los trasplantes de órganos) “pueden modificar tus respuestas alérgicas a cosas que antes tolerabas”, aseveró Keet.
Ruchi Gupta, una profesora de Pediatría que se especializa en alergias en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern declaró que los expertos desconocen qué tan común es que las alergias se desarrollen en la edad adulta, aunque tenemos algunos datos relacionados con alergias alimentarias. En una encuesta de más de 40.000 adultos en Estados Unidos publicada en 2018, Gupta y sus colegas descubrieron que alrededor del 45 por ciento de aquellas personas que tenían alergias alimentarias desarrollaron al menos una alergia alimentaria nueva en la adultez. De este grupo, una cuarta parte nunca experimentó alergias alimentarias cuando eran niños.
Gupta indicó que una pregunta importante para los investigadores es qué podría causar, con exactitud, que los adultos desarrollen una alergia a una comida que han consumido antes. La profesora relató que, en este momento, no se sabe.
Jyothi Tirumalasetty, una alergóloga y profesora adjunta clínica de Medicina en la Universidad de Stanford, ha visto cómo pacientes de todas las edades desarrollan varios tipos de alergias nuevas, incluyendo algunas a alergenos comunes tales como el polen, la caspa de las mascotas o los diversos tipos de nueces.
¿Qué pasa con las alergias que desaparecen?
Tirumalasetty explicó que “perder” una alergia o volverse “desensibilizado” a un alergeno ocurre con frecuencia, en especial a partir (o después) de la edad mediana. Puntualizó que nuestras respuestas inmunes “se tranquilizan”, al volverse más débiles y menos vigorosas conforme envejecemos.
Keet precisó que es más probable que algunas alergias se “resuelvan” más que otras. La mayoría de las alergias de penicilina desaparecen con el tiempo y las alergias de temporada tienden a aminorar a medida que envejeces.
Además, Gupta agregó que, aunque es mucho menos común que se te quite alguna alergia alimentaria tales como aquellas a las nueces, el pescado y los mariscos, un estimado de entre el 50 y el 80 por ciento de los niños con alergias a la leche o al huevo las pierden alrededor de los 10 años.
Agarwal indicó que una manera habitual en la que las personas descubren las alergias ambientales es al mudarse a una zona nueva y encontrar polen al que nunca habían estado expuestas. Puntualizó que esta no sería, técnicamente, una alergia nueva, sino una distinción que puede hacer desafiante la investigación en esta área. De manera similar, mudarse de dichas zonas puede conducir a un alivio.
Molly Thessin, de 30 años, quien se crio cerca de Nashville, Tennessee, narró que tenía alergia al polen todo el año cuando era niña y tenía que tomar antihistamínicos de manera regular para aliviar los síntomas. Todo cambió cuando se mudó a Dallas a los 23 años.
Thessin contó: “Dejé de tomar medicamentos para la alergia por primera vez en mi vida y estaba completamente bien”.
Algunos años después, se mudó a la ciudad de Nueva York, donde reside en la actualidad y las alergias regresaron. Resulta que es alérgica a la mayoría de los árboles y plantas del noreste, así como a los gatos, los perros, el moho y las cucarachas.
¿Y la prevención?
Agarwal manifestó que los expertos no tienen la respuesta respecto a si hay algo que los adultos puedan hacer para evitar desarrollar alergias nuevas.
Gupta destacó que la única investigación sobre prevención de alergias en este momento está enfocada en prevenir alergias alimentarias en los niños, lo que tiene poco que ver con evitar alergias nuevas en adultos.
Keet concluyó que, al final, no puedes de verdad controlar si desarrollas una alergia nueva como adulto. Por lo que afirmó: “Yo no me preocuparía al respecto”. Los científicos no entienden por qué las alergias aumentan o disminuyen, en especial en la edad adulta. (Kaitlin Brito/The New York Times)